Está documentado que si una hormiga cae al agua casi seguro que morirá ahogada, pero si se ponen de acuerdo muchas hormigas, unen sus pinzas, garras, o lo que tengan las hormigas para unirse, y forman una balsa entre todas que flota sin problemas; de este modo cruzan ríos y salvan sus vidas en inundaciones.
Este comportamiento es ejemplo de lo que se llama inteligencia colectiva y funciona en seres tan absurdos como las hormigas y en otros más absurdos aún como los hombres. Una comunidad de vecinos podría ser ejemplo en el caso de los hombres, aunque no sé yo si es un buen ejemplo.
Lo que está claro es que cuando varios individuos se unen aportando sus conocimientos y habilidades para una causa común, lo normal es que consigan sus objetivos, y desde luego, tienen más probabilidades de alcanzarlos que si cada uno va a su bola. Por eso se llama inteligencia colectiva, si no consiguieran nada, se llamaría de otra forma, mamarrachada colectiva, o algo así.
A uno le llena de orgullo ser testigo de estos comportamientos que consiguen salvar una situación difícil gracias a la colaboración de todos, es un momento de triunfo de la especie, ilusiona pertenecer a un grupo que merece la pena. Dan ganas de sacar pecho y gritar alguna proclama que el tiempo convertirá en topicazo, tipo, "la unión hace la fuerza", "todos a una", "somos un equipo" y otras frases sin las que no existirían los "coaching" de motivación.
Pero claro, vivimos en un universo binario, todo tiene su opuesto y de la misma forma que existe la inteligencia colectiva que nos salva, también existe la estupidez colectiva que nos lleva al desastre.
La pandemia, la maldita pandemia, la insistente pandemia que lleva ya dos años de eternidad, ha provocado que se den las dos formas de aportación colectiva. Por simple cuestión matemática es muy poco probable que ambos grupos cuenten con el mismo número de afiliados, por decirlo en términos contables. Si hubiera empate.., no sé qué pasaría, lo malo es que haya más individuos participando de la estupidez colectiva que de la inteligencia colectiva.
Nuestro futuro, una vez inventada la vacuna, depende exclusivamente de este detalle, de en qué grupo hay mas personas aportando su granito de arena al destino común.
El tiempo lo dirá. Como siempre. De momento felices fiestas y a ver en qué bando nos apuntamos.
La Comunidad de Vecinos... no creo que sea muy buen ejemplo.
ResponderEliminarAscensor, no ascensor, pintar no pintar... ,¡siempre con peleas! Vivimos en colmenas, pero cada celda es un reino o una autonomía. Menos mal que están los gestores, que traen intermediación para llegar a una meta común.
Tienes razón, yo mismo me he corregido a tiempo. Abrazo
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