martes, 12 de febrero de 2019

Un planeta de mierda (científicamente hablando)








Según opinión de la gran mayoría de biólogos, vamos a conseguir que la Tierra sea un planeta de mierda. Así, dicho con esa contundencia científica que no admite lugar a dudas.  He escuchado en la radio, fuente inagotable de sabiduría, que la agricultura, tal cómo se está llevando a cabo en la actualidad, es la gran culpable. Fíjate, con lo inocente, natural y bucólica que parece de lejos. Pues resulta que no. Toda la tragedia se debe al uso de plaguicidas y productos químicos pesticidas que están acabando con una cantidad impensable de insectos, principalmente abejas, mariposas y escarabajos. En esta misma noticia se hablaba de una disminución en la masa total de insectos en la tierra de no sé cuántas miles de toneladas al año. Cuesta trabajo imaginarse toneladas de insectos sin torcer el gesto, pero su desaparición significa una ruptura terrible en el equilibrio ecológico que mantiene la sagrada cadena trófica en orden. Los insectos, desde su aparición al final del periodo Devónico hace casi 400 millones de años, se encuentran en la base estructural y ya sabemos que cualquier alteración en la interrelación de los seres vivos del planeta tendrá sus efectos en el planeta en su conjunto, no solo en los directamente afectados. Con la desaparición de las polillas, no solo son las polillas las que desaparecen.

No digo esto para concienciar a nadie, pues por mucho que se conciencie quien esté leyendo este artiblog, no va a ser capaz de cambiar nada, además estoy convencido de que todo el mundo lo sabe y que no estoy descubriendo nada nuevo a nadie. Lo impactante de la noticia, para mí, y por eso aparece en este artiblog, es el perfecto equilibrio que se ha alcanzado, a lo largo de millones de años de evolución, entre todas las especies de animales y plantas. Todos dependen de todos, y aunque aparentemente no haya ninguna relación entre una medusa que flota estúpidamente en el Índico y un oso hormiguero que se relame pacíficamente en algún lugar de Sudamérica, si que existe. Todo es cuestión de dejar el tiempo necesario para que uno acabe echando de menos al otro, pues una red invisible mantiene a todas las especies vivas en contacto. También intervienen las plantas, pues también tienen vida.

La vida, se esfuerza en demostrarnos lo maravillosa que es, y nosotros en lugar de quedar fascinados por su magia, hacemos cosas que estúpidamente conducen a su destrucción.

Pero eso no es lo peor. Aprovecho el momento para comunicar algo que está bastante relacionado con este artiblog, y es que muy pronto voy a lanzar al ciberespacio La tertulia perezosa en versión podcast. Algunas veces también aparecerá en Youtube.

Todo, todo, absolutamente todo está interrelacionado, resulta increíble.





                                                             MUY PRONTO, ANTES DE LO QUE QUISIERAIS












4 comentarios:

  1. Buena noticia que espero que mejore el equilibrio ecológico...

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    1. Gracias, eso será mucho pedir jajajaj. Abrazo Francisco!

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  2. Joaquín, estareis al tanto de su lanzamiento, de momento tengo algunos problemas técnicos que espero solucionar.

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