lunes, 25 de marzo de 2024

Proyectos, procrastinaciones y otras cosas del querer.


                                               "Procrastination". Amago de óleo y acrílico sobre nada. Obra del autor.


Hay un principio filosófico por algún sitio que dice que las cosas existen si existe su contrario. Hoy voy a hablar de procrastinación refiriéndome a su contrario: proyecto ejecutado.

Lo cierto es que ejecutado no es del todo exacto en el caso del proyecto al que me voy a referir a continuación. De todas formas hablaré de él, como si ya fuera algo terminado para liar más la cosa.

Proyecto es una idea plasmada en novela que jamás fue escrita. Pasado un tiempo fue adaptado a guión cinematográfico, que por motivos prácticos y de otra índole, tampoco llegó a escribirse en ningún momento. El autor (yo, pero prefiero referirme a mí mismo como si fuera alguien ajeno para que la mala conciencia no me dé el coñazo), harto de buscarse excusas para no seguir adelante con la idea (que le parecía muy buena), dicidió finalmente convertirla en teatro.

Al principio, el reparto, si es que cabe aquí hablar de reparto, se reduciría a un único actor que interpretaría todos los personajes, cifra cercana a la docena. La razón no se debía a un intento de innovación escénica sino a simples cuestiones económicas. Hay un principio inapelable que dicta que es más sencillo convencer a posibles productores cuando la inversión no les hace encanecer prematuramente. Por esta misma razón, el decorado consistiría en un simple taburete con el único fin de dar reposo al torturado actor cuando la fatiga lo inhabilitara para seguir de pie. O en pie, quizá en este caso sea más apropiada la expresión "en pie", transmite mejor la idea de terrible batalla. 

Finalmente, el autor, quizá inspirado por una súbita llegada de pensamiento crítico, nada habitual en él, y pensando en el lucimiento de la obra, decidió que pondría los actores y actrices necesarios costara lo que costara, aunque se mantuvo firme en lo del taburete. Nada de escenografías complicadas, se dijo.

Proyecto, es como cabe inferir de todo lo dicho, el resultado de un gran esfuerzo intelectual. Cierto es que las páginas del libreto aún mantienen su blancura intacta como doncellas cautelosas, porque la virtud, al igual que el lucimiento, son para el autor tesoros a conservar.

No podemos renunciar prematuramente a que en algún momento, el autor se decida a escribir, por fin, proyecto, sin escatimar horas de duro trabajo. El lucimiento, la virtud y el sacrificio son la base de una vida plena. Claro, que no lo son necesariamente de una vida divertida, de modo que tardaremos en ver proyecto sobre los escenarios.

De momento, hoy, cinco años cuatro meses y algún día suelto más tarde de su alumbramiento, proyecto ha perdido el anonimato y ya tiene título. Por supuesto, es sólo para ir tirando, nada definitivo, pero un paso es un paso y el primero es el más importante.

El lucimiento, la virtud, el sacrificio y dar el primer paso, es, para el autor, la clave de la felicidad.


Leoncio López Álvarez

4 comentarios:

  1. Brillante. Cuando lo ejecutes perderá su gracia, ahora es genial.

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    1. Muchas gracias, como puedes esperar, jamás será ejecutado, de modo que lo único que le espera es el éxito.

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  2. Me encanta el cuadro "Procrastination". Yo tengo varios pero no los firma Tito sino María. Esto del plagio es una plaga.

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    1. No sé quién es María. A veces la obviedad aparece como plagio.

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