La curiosidad del hombre es insaciable, y esa es una
virtud que nos salva de otros muchos defectos. Sin curiosidad no hay progreso,
esto lo sabe hasta el último de la clase, pero de la misma forma que la
curiosidad nos lleva a conocer lugares fantásticos, impredecibles y
sorprendentes, también nos puede llevar a otros bastante decepcionantes, o
directamente ridículos e inútiles.
Aunque parezca increíble, hay investigaciones en
marcha, tomadas muy en serio, sobre el efecto de la ópera en los ratones, pero
ojo, no en cualquier ratón, no, solo en los ratones que han sido sometidos a
una operación de trasplante de corazón. Angelitos, primero les arrancan el
corazón, les colocan en su lugar vete a saber qué, y luego, para terminar, les
ponen Madame Butterfly a ver qué pasa.
También hay otros científicos con la curiosidad tan
insaciable como malamente dirigida, que se devanan las meninges para encontrar
la manera de que las cebollas no hagan llorar. Pero vamos a ver criatura, qué
más te da, ¿tan importante es para la humanidad conseguir hacer un sofrito sin
que se irriten un poquitín esos lindos ojos? Además, ¿qué hacemos con el ajo? A
mi me lloran los ojos con el ajo, ¿es que nadie va a hacer nada en ese sentido?
Estos ejemplos son reales, no me los he inventado, como
también es real que por fin, tras años de infructuosos esfuerzos, se ha abierto
el camino para demostrar de una vez por todas que los escarabajos peloteros
utilizan la vía láctea para guiarse. Importantísimo para entender el carácter
ensimismado y romántico del escarabajo, como cualquiera con un poco de
sensibilidad puede entender.
Pero hay investigaciones que van mucho más lejos, o
al menos lo intentan, como la que han llevado a cabo un grupo de científicos de
la Universidad de Milán sobre cómo se puede atravesar un lago corriendo por su
superficie sin hundirse. Fundamental, según donde vivas.
Todo esto, dentro de lo que es, resulta inocuo, pero no
todas las investigaciones, digamos, chorras, te dejan indiferente. Ayer leí una
noticia que me produjo un efecto devastador en el ánimo: según estudios
desarrollados en la universidad de Cardiff por el experto en motivación Cliff Arnal, existe un día en el año
que unánimemente es el más triste de los 365, y mira tú, resulta que fue
precisamente ayer. Naturalmente, cuando leí la noticia de que estábamos en el
Blue Monday, que así se llama el día, me deprimí tanto que aún no he conseguido
salir del pozo (es que soy muy influenciable). No me quedan ni ganas de
explicar cuales son los parámetros utilizados para determinar el peor día del
año; el hecho de pensar en cada uno de ellos me sume de nuevo en la depre, y
para empeorar las cosas, resulta que se han archivado las diligencias contra
Esperanza Aguirre por su huida de la policía municipal, con atropello de moto,
y negación a entregar los papeles. Desobediencia a la autoridad, creo
que se llama cuando no se trata de la lideresa.
Si Cliff Arnal hubiera tenido en cuenta esta desvergüenza estaríamos hablando del
Blue Tuesday, en lugar del Blue Monday.
Y eso no es todo, ya no sé si ha sido en el Blue Monday o le lendemain, pero a Bárcenas le acaban de fijar una fianza de 200.000 € para salir de la cárcel.
ResponderEliminar¡Manda güevos!, si hasta yo podría pagar una fianza así, y no tengo cuentas en Suiza, sólo una en la Glorieta de Bilbao (bueno y otra en Burkina Faso, pero no es para tráfico de armas, ni nada de eso)
esa es otra, le ponen una fianza de risa a un sujeto al que le piden 48 años de cárcel. ¡48 de cárcel ! y los jueces dicen que no hay riesgo de fuga... joder si yo estoy pendiente de que me caigan 48 años de cárcel, ¿quién es tan imbécil que piense que no voy a intentar pirarme si me dejan en libertad?
EliminarEstá clara la maniobra después de las últimas noticias: tú me dejas libre y yo no suelto por esta boquita lo que yo me sé, y además, retrasamos el juicio para después de las elecciones generales.
Burkina no sé, pero este país da asco.
Mira que yo soy de los que se queda embobado con cualquier chorrada, pero estudiar una carrera y un Master (o dos, o tres) para ser el mejor investigador en tu campo, y acabar por el mundo persiguiendo durante años a escarabajos peloteros... Es que me imagino al insecto en cuestión, durante una merecida pausa tras arrastrar siete metros su pelota, girando la cabeza, certificando que el humano continúa ahí, a su espalda, y pensando <<¿Es que no tendrá otra cosa mejor que hacer?>>.
ResponderEliminarY lo de Esperanza Aguirre y Bárcenas no me sorprende en absoluto. Es más, la justicia española sería irreconocible si no gozaran de esa impunidad.
Me he meado de risa con la primera parte. La segunda me da mucha pena.
ResponderEliminar