A las muchas toneladas de tinta utilizadas en
transmitir todo tipo de reacciones ante el evidente caso de corrupción del PP,
no voy a añadir ni una pizca más, sin embargo… sin embargo ayer escuché unas
declaraciones de tal naturaleza que me llevaron a un estado de perplejidad
incompatible con el silencio, y ante el riesgo de que se convierta en una
obsesión, prefiero comentarlo. La cosa tiene sus pelendengues.
Ya sabemos que Martínez Pujalte, entre otros
ornamentos indiscutibles de su talento político, se encuentra decir lo que
piensa sin pensárselo dos veces, con la consecuencia de cabrear bastante al
personal (por ejemplo, aquello de “algunos hipotecados quieren la dación en
pago para poder comprarse otro piso”), pero nada hay en su biografía que se
acerque a las declaraciones que hizo recientemente y que yo escuché ayer en la
radio. Estaba desayunando y casi muero con un chococrispi atravesado en la
glotis, pues lo que dijo me causó una obturación repentina y desincronizada de los conductos que permiten respirar y deglutir al mismo tiempo.
El caso es que empezó bien. Dijo: “en el PP queremos que se sepa la verdad y el
origen del dinero”. Tranquilizador. Luego, para seguir tranquilizándonos
comentó que apoyaba al juez instructor del caso para que haga su trabajo
(normal, no va a decir: conmigo que no cuente ese desgraciado). Y cuando más
tranquilos estábamos, va y la suelta, justo cuando una cuchara rebosante de
chococrispis se acercaba con decisión a su destino.
Primero comentó que
Bárcenas no está en la cárcel por su gestión como tesorero del PP, sino por un
delito “personal”, y a continuación, este maestro de la analogía, encontró el
ejemplo perfecto para ilustrar lo que quería decir: "Es
como si un señor contrata en su hotel a un
empleado que aprovecha su puesto de trabajo para vender droga; ha sido mala
la elección, pero no tiene nada que ver con la gestión del establecimiento
hotelero".
¿PERO A QUÉ
HOTELES VA ESTE SEÑOR? ¿Cómo se le ocurrió ese ejemplo? ¿Acaso cuando Martínez
Pujalte va a un hotel, por vacaciones con la familia, o por trabajo a dónde le
lleven sus obligaciones, algún empleado del establecimiento le ofrece droga? ¿y
qué droga es la que más circula en los hoteles según sus observaciones? Esto lo
tiene que aclarar y divulgar, pues de la misma forma que te puede solucionar un
viaje saber que hay hoteles que admiten gatos o perros, otras personas estarían
interesadas en saber en qué hoteles pueden contar con el suministro adecuado y
seguro de unos porretes o unos rayujos.
Desde
luego, a este señor, a juzgar por sus ejemplos, se le ve muy viajado.
Tienes que cuidar más tu alimentación, al menos la intelectual...
ResponderEliminar¡Anda que meterte para desayunar, en vena, a Martínez Pujalte...!
15 de cada 10 médicos desaconsejan empezar el día escuchando cosas así...
Y no te cuento la proporción de fontaneros, palafreneros, palanganeros, proxenetas y demás personas de bien.
Los abogados y periodistas no los incluyo, no son personas de bien. No son ni gente.
Me ha vuelto a pasar, te he respondido a la vuelta de la esquina.
Eliminar¡Genial!
ResponderEliminar¡gracias!
Eliminarhe de reconocer que me lo pasaba mejor escuchando a Aznar...
ResponderEliminar¿no te caen muy bien los abogados y periodistas, no? Ya me contarás de dónde viene el trauma.
El problema es que ese empleado solo pasaba droga al resto de "trabajadores" y, con especial destilación, a los directores sucesivos del hotel. ¡¡Drogas para todos, YA!!
ResponderEliminarY, por cierto, esos empleados están para contentar a la clientela. Aunque puede que les de igual. Puede que estén tan drogados que ni se acuerdan de quien los contrató. Parece que solo rinden cuentas con el traficante mayor.
EliminarEfectivamente, efectivamente, al gran maestro de las parábolas se le olvidó mencionar que en ese hotel toda la plantilla está hasta las cejas. Sobredosis, incluso, en muchos casos. Bien mirado, el ejemplo es perfecto, qué caramba.
Eliminary como tú dices, a la clilentela, ni caso.
EliminarQué pena que la parida la haya dicho en agosto cuando está a remojo todo el mundo. Pero se les está yendo tanto la olla que esto promete. Más declaraciones/confesiones sin control, al final van a sacar el pastel a pasear, se van a liar a leches entre ellos y nos les va a salvar ni el obispo ;)))
ResponderEliminarLo de las leches entre ellos yo creo que ya ha empezado, pero seguro que lejos de calmarse, se van a liar más, hasta el punto en que, efectivamente, como tú dices, ni el obispo con su divina ayuda pueda hacer nada.
EliminarEntretenimiento asegurado. Si no fuera porque nos afecta a todos, sería hasta divertido.