Hacía mucho tiempo que no me hacía un viaje largo por carretera (claro, con la pandemia…) hasta que la semana pasada, harto, cogí mi moto y juntos nos fuimos a tierras del norte. No me acordaba yo de todos los detalles que lleva consigo el trashumar por los caminos de Dios pero en cuanto llegué a la primera gasolinera, aislada pero no solitaria, me volví a fijar en algo que siempre me había llamado la atención.
Todas
tienen el mismo patrón, en algún lugar antes de llegar a la caja para pagar, tienes una zona
donde venden distintas mercancías, y según el espacio del que dispongan puede
ser un auténtico bazar. Y ahora viene lo realmente llamativo: en las grandes,
incluso las medianas y no sólo en las gasolineras de Albacete que podría ser
comprensible, en todas, siempre encontrarás una
vitrina llena de navajas a la venta.
En casi todas las gasolineras de España puedes comprar una navaja. ¿Por qué? Tienes navajas de todo tipo y tamaño: automáticas, estiletes, facas de siete muelles, cuchillos de montería con el mango imitando la pata de un ciervo, que ya me contarás tú, machetes del ejército con la funda de camuflaje, cuchillos para destazar cerdos, imaginativos diseños ninja con pinchitos mortales por todos los lados, incluso tienen navajas de paracaidista reconocibles por su hoja curva muy apropiada para cortar los cordines del paraca en caso necesario. Lo que no está claro es por qué puede ser necesario desligarte del invento que te salva la vida, pero esa es otra historia, y desde luego lo que no está en absoluto claro es que tan específico artilugio se venda en las gasolineras.
Yo, si
en algún momento quisiera comprarme una navaja, algo muy poco probable, sin
ninguna duda iría a una gasolinera grande dónde encontraré sin problema el
modelo que ando buscando.
Recuerdo
que cerca de donde yo vivía había una tienda dedicada específicamente a vender
este tipo de productos, cuchillos, navajas, tijeras, incluso hachas, todo un
despliegue armamentístico dedicado al trinche y al ars cisoria, que con letras grandes anunciaba en la fachada:
VACIADOR.
Siempre
me pareció un nombre muy bien escogido para la tienda. Supongo que ahora estará
cerrada debido a la feroz competencia de las gasolineras. Una pena.
Es para abrir el pan y hacerse un buen bocata!
ResponderEliminarcaramba, no se me había ocurrido, pero eso, que es una buena razón, no explica lo de la navaja de paracaidista
Eliminar¡Es indignante! En justa reciprocidad, las cuchillerías deberían vender gasolina.
ResponderEliminarcreo que en la tienda de Cardenal Cisneros, que probablemente también recuerdes, ya han empezado a hacerlo, además dan puntos por cada diez litros repostados.
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