jueves, 23 de abril de 2020

Sobre el Día del libro



                                                             



Hoy es el día del libro, como todo el mundo sabe, y he de decir que para mí no tiene nada de especial y lamento que sí lo tenga para la mayoría. Lo lamento porque dedicar un día en concreto al libro, es dar carácter de excepcionalidad a algo que debería ser de todos los días, cotidiano, derivado de cuotidie (o cottidie) “cada día” en latín ( quotus “cuán numeroso” con dies “día”). Una vez que he demostrado mi habilidad consultando el Corominas, seguiré con mi argumento. Resulta, según he escuchado en la radio, que el quince por ciento de las ventas que realizan las librerías se producen en este día precisamente, y en algunas, ese porcentaje llega al veinte por ciento. No creo que este dato sea algo para estar muy contentos, porque además de revelar que normalmente no nos acordamos de la existencia de las librerías, deja claro que a pesar de la enorme cantidad de libros que se venden este día, no llegan a enganchar a su afición a nadie, pues al año siguiente se repite el mismo panorama. ¿Se imaginan que esto sucediera con cualquier otra cosa? Por ejemplo, que hubiera que instaurar el Día del pantalón ante la falta de asistencia durante todo el año a las pantalonerías. Triste espectáculo ver a todo el mundo circular en ropa interior salvo el Día del pantalón, ¿no? Pues cambiad pantalón por libro y es lo mismo.
Otro detalle que también se desprende de este Día especial,  es que la mayor parte de los libros que se venden son para regalar, de  modo que podemos contar con que un enorme porcentaje no será jamás leído.
Aún así, a pesar de todo lo dicho, me alegro de que exista esta costumbre, es una bonita costumbre que habría que extender a todo el año, pero al menos… un día es un día.

Regalad y que os regalen buenos libros y ojalá que una de las primeras cosas que podamos hacer cuando podamos empezar a salir, es visitar las librerías. Yo las pongo en el orden de prioridades por delante de las peluquerías, porque además, soy calvo.




1 comentario:

  1. qué suerte tienen tus nietos con un abuelo tan estupendo. El mío también fue así y supongo que gran parte de todo lo que yo he leído se lo debo a él. Impagable ;-))

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