Según hablo me miro los calcetines
grises que asoman bajo mis pantalones. Mantengo las piernas estiradas a lo
largo del diván procurando relajarme. No me siento nada cómodo; lejos de
proporcionarme confort, estar tumbado hace que me sienta fuera de lugar. ¿De
dónde vendrá la manía que tienen todos los psiquiatras de obligar a sus
pacientes a acostarse para atenderlos? Supongamos que esa misma costumbre se
extendiera, por ejemplo, entre las notarías, sería igual de absurdo. No cabe
imaginar al gerente de un banco y a su cliente tumbados en un diván, mientras
un notario, sentado seriamente en su silla detrás de ellos, les lee un contrato
aparentando que todo es de lo más normal. Pues es lo mismo.
Mi psiquiatra no me está leyendo ningún
contrato, pero la cartilla, a base de bien. Menuda bronca.
-Aunque sea doloroso tienes que hacer un esfuerzo. Tienes que aceptarte
tal cómo eres.
-Si usted fuera igual de asqueroso que soy yo, se daría cuenta de que la
mejor opción es fingir. Prefiero pensar que soy de otra forma, pues de la que
soy, resulto inaceptable.
-Eso es autoengaño.
-Tengo mis motivos para autoengañarme –contesto procurando que no suene
demasiado cínico-. No me aguanto tal como soy. Usted mismo me ha descrito
perfectamente después de analizar mi personalidad y como puede ver no soy
precisamente un cúmulo de cualidades.
-Cada uno es como es.
-En efecto, y yo además de ser un cerdo manipulador, soy de los que
prefieren pensar que soy estupendo, de modo que me autoengaño. No puedo renunciar,
según su propias palabras, a mi propia naturaleza y mi propia naturaleza me
dicta que tengo que autoengañarme.
No veo la cara del psiquiatra por esta
maldita manía de disponer el escenario de la consulta como ya he descrito
anteriormente, pero puedo adivinar su expresión.
-Si no te conoces a ti mismo y asumes cómo eres –insiste el psiquiatra
como un mantra-, nunca podrás corregir las partes que tienes malas. Puedes
mejorar como persona si detectas tus puntos débiles y pones remedio para cambiar.
-Le repito que ya he detectado mis puntos débiles, ya sé cómo soy, un
mentiroso y manipulador entre otras cosas, y que en función de esa esencia que
me distingue como persona, no pienso hacer nada para remediarlo. Si lo hiciera,
dejaría de ser el ser repugnante que soy.
Silencio ominoso. Mi vista se vuelve a
centrar en mis calcetines. Grises. ¿Por qué elijo calcetines grises siempre que
vengo a ver a mi psiquiatra? Quizá ese pequeño detalle haga que su juicio sobre
mí esté equivocado. Todos mis calcetines, salvo estos grises, son de un
colorido casi exagerado.
-O cambias, o morirás siendo un tipo realmente asqueroso y despreciado
por todo el mundo -sentencia mi psiquiatra-. Nadie te querrá tener a su lado.
Tú eliges.
No digo nada. Eso sí me ha hecho mella.
Podré ser un mentiroso, un manipulador, un tipo de lo más desaconsejable en
todos los sentidos, pero necesito tener siempre a alguien a mi lado. No soporto
la idea de ser despreciado por todo el mundo. Cambio, cambio, pienso para mis
adentros.
Asiento tímidamente con la cabeza en
gesto de aceptación de la sentencia y acatamiento del mandato. Supongo que él
desde atrás percibe mi claudicación. Cambiaré, me digo a mí mismo con con todas
mis fuerzas, ahora mismo voy a cambiar.
Se mantiene un silencio que finalmente lo
rompe el ruido de la alarma de su reloj. Me ha salvado justo la campana, como
se dice vulgarmente. Yo ya he cambiado.
Miro sus calcetines grises; sé que en el
fondo le gustan los de colores. Me levanto de mi silla con decisión. El muy
imbécil sigue tumbado en el diván preguntándose qué hace ahí. Ni me molesto en
curiosear el cuaderno de notas que tengo en mi mano, además no entiendo la
letra. La típica letra de médico.
Pues sí, en general, creo que nos conocemos muy poco a nosotros mismos, y quizá sea mejor así. Un buen mecanismo de defensa. Por cierto, amigo Joaquín, yo me considero a mí mismo un buen neandertal (creo que todos los humaons tenemos hasta un 5% de nuestros genes de neandertal)
ResponderEliminarSí, por favor, tenme al tanto. Si alguien supera ese 5%, ese soy yo, ya lo verás ;-))
ResponderEliminarSe había entendido perfectamente, de todas formas suena mejor "filósicos". ;-))
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