Me he pasado una buena parte de mi vida, y digo una buena parte, no solo aludiendo al tamaño
de la parte, sino a su calidad,
haciendo anuncios de Ariel. Más blanco no se puede, y todo eso. Me considero
una persona extremadamente capacitada para hablar de productos que eliminan las
manchas, cuáles son las más resistentes,
cuáles son imposibles de eliminar y por supuesto, los trucos que hay que
emplear con las manchas más difíciles. Hay trucos, eso lo sabe cualquier buena
ama de casa (y cualquier amo de caso, para que no se diga que soy machista). Del
mismo modo, simplemente con oler la ropa, se si se ha utilizado un detergente
de primera calidad, o un cheaper. Lo
que hace la experiencia.
Pero no basta con conocer el producto, hay que
conocer también el mercado al que va dirigido y yo distingo a la legua a los
que piensan que jamás van a ser salpicados por la porquería en la que se
mueven, aunque eso sí, luego, ¡zas, la mancha! Acaban con unos lamparones
imposibles de quitar, los pobres. ¿Y ahora que hago, si tenía ópera a las
siete? ¡Con estas manchas tan terribles no podré asistir! ¡Tranquila
señora, con Ariel, adiós a las
manchas! ¡ya sabe, más blanco no se puede! Y aquí llega lo bueno, la
parte que más me divertía: ¡Oh, es increíble, no queda ni rastro! ¡Parece
mentira! Entonces salían unos chiquillos corriendo dispuestos a seguir
enguarrándose con todo tipo de porquerías con la seguridad de que no iba a
pasar nada. Encantador.
Pues bien, no hay nada que irrite más a un creativo
publicitario que le copien sus ideas. ¿Será por eso por lo que me he sentido
tan molesto cuando ayer leí que el supremo, así con minúsculas, ha confirmado la absolución de Camps
por los trajes de Gúrtel. La sentencia es definitiva, no cabe recurso. Ya está.
Camps sale sin mancha de todo el enmarranamiento, el milagro antimanchas ha
funcionado. Él, que era un amiguito del alma de la suciedad. ¿Cuál habrá sido
el truqui para no dejar ni rastro? Ahora habrá que pedir disculpas, como exige
con razón el PP, a Camps y Costa por haber dudado de su limpieza.
Luego, yo decía: tranquila, señora, que las manchas
ya no existen, y ahora seguro que me van a volver a copiar, y van a decir:
tranquilos señores, que Gurtel ya no existe.
¡Copiones de mierda!
Esa será la sentencia, q al igual q lo q le decías a la señora, no era del todo cierto. Pero yo no me preocuparía mucho, ella ya se sabía camelada entonces... y lo sigue sabiendo ahora ;-)
ResponderEliminareh, eh,un momento, que aquello era verdad nada de camelos: Ariel, más blanco no se puede (MBNSP para los entendidos). En fin, que te voy a decir a ti, que eras copartícipe. Qué tiempos... snif
EliminarDemándales por plagio. ¿No empapelaron a Al Capone por evasión de impuestos? Pues eso... si hay algo que demostrar se demuestra. El caso es que acabe en chirona ¿no? ;)
ResponderEliminarCreo que te voy a hacer caso, Molina de Tirso. Si funciona, eso que nos deberán todos a los dos.
ResponderEliminarlo que pone en el paquete de la foto está hecho a la medida. Tiene gracias lo de siete cacitos más... son muchos cazos los que no paran de ponerse, je je
ResponderEliminarsí, lo de los cacitos tiene su cosa, sí...
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