Se puede decir que en general no me siento tentado a
escribir sobre las cosas tan desconcertantes que están sucediendo en nuestro
país, pues para mi gusto son demasiado reales, y siempre me han atraído más las
otras cosas, las no reales. La realidad es lo fácil, porque es lo que tienes
sin ningún esfuerzo, está ahí y ya está; la no realidad en cambio es más
compleja pues admite muchísimos matices, algunos, completamente surrealistas, y
con eso lo he dicho todo. Por recordar a Lewis Carrol, soy más partidario de la
celebración del no-cumpleaños que del cumpleaños, pues para empezar, tengo 364
oportunidades de celebración y no solo una. Lástima que no esté Lewis Carrol
entre nosotros, a ver qué decía.
El caso es que el realismo está haciendo la
competencia de forma desleal al surrealismo. A ver si no: el actual presidente
de la patronal es un negacionista de la situación laboral. El anterior está en
la cárcel por “malas” prácticas empresariales. El vicepresidente actual de la
patronal y presidente de los empresarios madrileños va a ir pronto a hacerle
compañía, por ignorar algo tan básico en el funcionamiento de las empresas,
como es la debida tributación a la Seguridad Social. Su amparadora, y
expresidenta de la CA de Madrid, todo lo que tiene que decir es que “estamos en
un estado de derecho y el señor Fernández merece todos mis respetos”. Pues qué
bien, respetemos todos a D. Arturo, que de momento, de forma constatable,
acumula 16 multas de la Seguridad Social por impago (total medio millón largo
de Eurípides).
Del resto, de lo que viene de lejos, prefiero ni
mencionarlo que ya está muy trillado, pero por seguir con la actualidad del
último minuto, hay tres primas y una tía, o la abuela, uno ya no sabe, del rey,
que van a ser imputadas por su relación con la mafia china. La realeza no sale
de las redes delictivas. Ahora metida en la multinacional del blanqueo, donde
su CEO, Gao Ping, el chino malo, está en la calle por un error del juez, pero
que si no llega a ser por ese fallo tan tonto sería compañero de celda de los
anteriormente citados.
Joder, si es que todo parece mentira de lo irreal que
es.
Yo de momento, veo una posible salida a mi existencia
postulándome como próximo papa ahora que ha quedado vacante el puesto. A ver
si es verdad.
Porque no tengo consolidada la plaza en el Colegio Cardenalicio, que si no te votaba para Papa...
ResponderEliminarPorque como me imagino sabrás todos los bautizados, teóricamente, somos elegibles (en serio).
Otra cosa es que tengamos menos posibilidades que de que nos toque la Primitiva.
Yo prefiero esto último que no me sienta muy bien la tiara, ni los zapatitos rojos de Armani que suelen calzar SS SS (no son nazis, son santidades)
bueno, como sabes, yo en mi CV puedo poner (como tú) que he sido monaguillo, y eso supongo que da puntos a la hora de ser papable. Pero yo sería un papa de andar por casa, es decir, en lugar de lindos y encarnados zapatitos de Armani iría con unas clásicas pantuflas a cuadros. muy calentitas, eso sí.
EliminarPues yo, qué queréis que os diga, preferiría ser un antipapa, como Hipólito de Roma. Por cierto, si un papa y un antipapa se juntan, ¿explotan?
ResponderEliminarmi opinión es que sí, que explotarían inmediatamente. Podíamos montar la boma P, a base de una masa crítica de papa, separada por barras de plomo de otra masa crítica de antipapa y en el momento de la activación, se retiran las barras de plomo de modo que inevitablemente entran en contacto ambas masas papales con la consiguiente reacción. Me he atrevido con unos cálculos previos y estimo que la masa crítica para cada papa sería de unos 9 kilos. Si es de la parte de la panza el resultado es más vistoso.
EliminarSer papa ahora... ¡¡bufff!! ¡Qué pereza!
ResponderEliminarPero paso de papables. Si me envías la papeleta, te voto seguro ;))
Muchas gracias por tu voto. Esto se anima, ya tengo dos, si la cosa prospera ya se a quién dar las dos primeras canonjías. Sí, seré un papa corrupto, obviamente.
ResponderEliminar