“Nadie
da lo que no tiene”. Esta frase parece una perogrullada y sin embargo es un
principio filosófico, o al menos, así me lo presentaron cuando estudié
filosofía (es mucho mejor que “el clinamen” que también lo estudié y que tenía
que ver con los átomos y el libre albedrío). El alcance de “nadie da lo que no
tiene” es lo que hace grande a este pensamiento pues a partir de él se puede
llegar a conclusiones de gran calado. Pero tiene un fallo imperdonable y es que
carece de homólogo contrario, que sería “todos dan lo que tienen”. Si se
cumpliera el contrario con la misma inexorabilidad que el original viviríamos
en el país de los pitufos, todo el mundo feliz, unos por recibir lo que les
falta y otros por dar lo que les sobra, que también es una satisfacción aunque
no lo reconozcan quienes tienen de sobra. Ana Botella, por ejemplo, tiene cara,
eso no hay quien lo ponga en duda, y sin embargo se niega a darla. Tampoco la
da su vicealcalde y me consta que también tiene, porque yo se la he visto.
Ambos tienen cara de sobra y ya ves, ninguno la da.
Ni al salir de misa, que parece que uno sale más
sensiblón tras recibir bendiciones y escuchar sabias homilías. Me refiero al
día de hoy, que es como todos los madrileños sabemos, el día de la Almudena.
También sabemos todos los madrileños, incluso todo el mundo, que en la
madrugada del día uno (estamos a nueve), se produjo la muerte de varias
adolescentes en una macrofiesta celebrada en un recinto que el Ayuntamiento
alquiló a una empresa que cuenta con 51 incidencias judiciales y
administrativas, tres embargos y un riesgo de impagos del 100% según datos
mercantiles confirmados por el propio Ayuntamiento, y que además debe al Estado
más de 26.000 euros. Pero eso es casi todo lo que sabemos, y porque lo dicen
los periódicos, que si no...nastis monastis, por ponerme castizorro. Nadie del
Ayuntamiento dice nada, y quién más tiene que decir, huye de la prensa y echa
balones fuera con bastante desacierto.
Esta mañana, como decía, el jefe de prensa del
vicealcalde Villanueva, lo arrastra literalmente al salir de la misa que se ha
celebrado en la Catedral de la Almudena, fuera del alcance de los periodistas,
en una imagen patética y cobarde. Minutos antes, la alcaldesa (que por supuesto
no se ha perdido la misa), ha pedido (leyendo) a la patrona de los madrileños
en una sentida exhortación, que ayude a los padres de las cuatro fallecidas a
“sobrellevar el dolor de su ausencia”.
Luego también ha pedido a la Virgen, ya puestos, que
se restablezca la joven que sigue en el hospital, y ha rezado por todos, por lo
que todos podemos estar orgullosos de tener una alcaldesa así de buena.
Para que algunos críticos digan que está ahí porque
la ha puesto el ayuntamiento.
¡Qué bien que la Alcaldesa se ocupe de nosotros con una ayuda tan inestimable...!
ResponderEliminar¡La Virgen!, me refiero a la Señora, madre del Dios ese que sale en tantos gadgets, y no a una expresión popular para mostrar asombro o desconcierto.
Besos, rey
Del Manzano también recurría fervorosamente a la ayuda divina, incluso financiaba una cofradía de Sevilla. Lástima que no fuera la Cofradía de las Ideas (Un imperio de comunicación del que soy socio, te informo).
ResponderEliminarNo me gusta que alguien así rece por mí. Me gusta leerte Tito.
ResponderEliminarSoy Carmen pero no sé por qué no me sale esto bien. Me tengo que poner anónima.
Sí, es una pesadez, no entiendo por qué no permite poner el nombre que cada uno quiera. A mí tampoco me permite poner la respuesta directamente, tengo que acceder con mi clave de propietario del blog. Un fastidio. Lo siento.
EliminarMuchas gracias por leerme. Procuraré estar a la altura que merece una lectora como tú.
Zalamero, pero me gusta. Un beso grande, amigo.
EliminarCarmen: A partir de ahora te tacho de mi lista de amigos :(
ResponderEliminarAy, qué celosón es este niño...
EliminarTú también tachado de la lista, hala.
EliminarA partir de ahora, los dos estáis en mi lista de archienemigos, entre El Jocker y Wil Wheaton.
ResponderEliminar¡Porras!
Eliminar¡Zas, en toda la boca!
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