domingo, 6 de abril de 2025

Todo un detallazo



Detalle, significa rasgo de cortesía, amabilidad o afecto, y también significa, parte o fragmento de algo. Estoy pensando en un detalle de Trump, de modo que podemos descartar inmediatamente la primera acepción. 

El detalle de Trump que me ha llamado la atención hasta casi obsesionarme, en realidad es un detallazo. A pesar de su exagerado tamaño es, como cualquier detalle, solo un fragmento del todo. El todo es la personalidad de Trump, que es una megapersonalidad, porque él es un megalómano. Y un megaterio también, a pesar de que se suponían extinguidos.

El detalle al que me refiero es la pluma, o lo que sea, que utiliza para firmar sus sentencias. Parece más bien, un objeto diseñado para hacer palotes que para firmar, y mucho menos para escribir. 

Será porque Trump no necesita escribir, le basta con firmar. Él, no escribe, no creo que lo haya hecho nunca, él solo firma y lo hace de manera que se vea a quince metros de distancia. O más. 




Su firma, que parece un electrocardiograma, ocupa la mitad del papel, que también es de tamaño considerable. Lo único que se ve del documento es su firma que siempre muestra ufano, como un niño que acaba de hacer un dibujo convencido de que es fantástico, por el que espera ser felicitado. Pero en realidad es una mierda. Nadie se atreve a decirle que es una mierda, de modo que el niño no para de repetir el mismo dibujo, cada vez más convencido de que es un artista. Pero no lo es; siempre es la misma mierda.

Una mierda con forma, como ya he dicho, de electrocardiograma que acabará siendo plano para todos los que le ríen la gracia. Y, lo malo, es que también para los que no se la ríen.







Zeitgeist

 




Azorín, decía mi profesor de literatura en el colegio, era un escritor obsesionado con el paso del tiempo. A continuación, para que nos diéramos cuenta de hasta qué punto, nos mandó hacer un trabajo sobre su obra. Yo creo que mi profesor estaba obsesionado con Azorín. Luego, a raíz de hacer el trabajo, también yo me obsesioné  con el paso del tiempo. De azorín, sin embargo no. Y así sigo.

Últimamente, más que nunca, me ha dado por observar cómo ha cambiado la vida. La vida en general, la de todos, no la mía en particular, lo que indica que estoy obsesionado con el paso del tiempo de forma altruista, sin egoísmos. No como Azorín, que sólo se fijaba en su vida.

Yo empecé a funcionar en el mundo, cuando lo que más se miraba de las cosas era  su durabilidad. Hablar de durabilidad era lo mismo que hablar de calidad y viceversa. Si uno quería ser admirado por su calidad, no se podía morir nada más empezar. Pero, ...

Pero pronto aparecieron los productos desechables y todo cambió. Parecerá una perogrullada, pero algo desechable, es algo que está pensado y diseñado para ser desechado. ¿Y la calidad? pues, tal cómo se entendía entonces, a la porra. 

Ahora se busca otro tipo de calidad que no incluye en absoluto su resistencia al paso del tiempo, más bien, parece que se valore que se vaya a la mierda en un par de años. Teléfonos móviles, ordenadores, tabletas,... en todos esos nuevos productos tecnológicos, aceptamos que haya que cambiarlos casi en cada temporada, y lo hacemos encantados, presumiendo de tener el último modelo que hace exactamente lo mismo que el anterior pero que es más caro y la batería dura media hora más. Durante el primer mes.

¿Cuántos teléfonos han pasado por nuestras manos desde el primer Motorola? En casa de mi madre, los dos teléfonos que había duraron hasta la llegada del modelo góndola, una eternidad.

Ya en el colmo del delirio, aceptamos como si tal cosa, la obsolescencia programada. Pero vamos a ver, que obsolescencia programada significa que las cosas están diseñadas para que fallen al poco tiempo de ser compradas. Pero las compramos. Y luego tenemos el valor de alabar su calidad y decimos que son estupendas. Estamos tontos.

Si yo tuviera que volver a hacer el trabajo sobre Azorín, diría que hablaba por hablar. Lo de ahora, eso sí es para obsesionarse con le paso del tiempo.



SI QUIERES, TAMBIÉN LO PUEDES ESCUCHAR, ASÍ, MIENTRAS, PUEDES HACER OTRAS COSAS, COMO PLANCHAR, HACER LA COMPRA O PASEAR Y VER CÓMO HA CAMBIADO TODO.


PINCHANDO AQUÍ