miércoles, 12 de abril de 2017

Palabras aprovechonas



                                                                       parasitus praefigunt




Hay palabras que existen porque se aprovechan de la existencia de otras y si no fuera por aquellas, nadie las habría pronunciado ni escrito jamás. Son todas las que empiezan con un prefijo que modifica el significado de lo que sigue. Por ejemplo, precocinar : todos sabemos qué significa porque todos sabemos qué es cocinar, aunque algunos lo hagan fatal, si no, de qué. También son buen ejemplo reestructuración, neoliberalismo, reenviar, impuntual… se aprovechan de las palabras estructuración, liberalismo, etc. Hay casos en que la competencia entre los prefijos es dura y se pelean entre ellos para ver quién se queda con la palabra de la que quieren vivir; así tenemos incapacitado y discapacitado, que significan lo mismo y no paran de ponerse la zancadilla la una a la otra (lo que les faltaba) con el fin de que solo haya una superviviente. O sobreviviente, que también existe y es un buen ejemplo de esa competencia de la que hablábamos. Es algo así como Cocacola y Pepsicola. 

En estas palabras claramente hay una relación parasitaria dónde el prefijo es el parásito (o huésped) que se encarama a la chepa de su anfitrión cuando pasa por sus cercanías y una vez bien acoplado, absorbe todo su significado, chupa su esencia, y de esta forma vive independientemente. Luego podemos ver a estas palabras aprovechonas, pavonearse con aires de grandeza por los capítulos de obras inmortales, electrizantes discursos, emotivas poesías y hasta en indispensables formularios para solicitar una ayuda al auxilio social, como si realmente tuvieran derecho a ser admiradas.

Menuda forma de comportarse. Yo no soy nadie para juzgarlas, cada cual, sea palabra o mapache, se busca la manera de sobrevivir, pero suelen ser palabras de desaconsejable compañía, no me acaban de caer bien. Las mayores desgracias que aquejan a nuestra sociedad es por su culpa, por su actitud ante la vida, idéntica a la que ha enriquecido a grandes carotas de la historia.
El otro día leí en un sesudo artículo que los tres jinetes del Apocalipsis (yo siempre habría dicho que eran cuatro, pero en fin) eran, el desempleo, la desigualdad y la injusticia.

Pues ya está. Más claro agua.








6 comentarios:

  1. ge-nial (creo que esto no funciona) es-tupendo (tampoco)súper-divertido (por fin)

    ResponderEliminar
  2. El ingenio es el ingenio y en este blog hay de sobra.
    (Ingenio: Aunque con pinta de aprovechona se ha ganado las lentejas por mérito propio)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Molina de Tirso, puede ser que haya ingenio pero son los comentarios como el tuyo, lo que lo mantienen.
      ;-))

      Eliminar
  3. No es por llevar la contraria, pero yo prefiero pensar que colaboran, que se enriquecen las unas a las otras. Además, si no fuera por esa simbiosis acabaríamos hablando como el maestro Yoda, y eso si que sería casi tan detestable como el desempleo, la desigualdad y la injusticia.

    ResponderEliminar
  4. ¿A quién le puede importar que le lleven la contraria con humor? Touché, no quiero ni imaginar un mundo con todo el mundo hablando como Yoda.

    ResponderEliminar