jueves, 30 de enero de 2014

Monterroso






Hay obras universales que nadie se explica por qué son universales.
Todo el mundo conoce el microrrelato, Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí, que es tan micro que lo puedo poner completo entre comas sin perder el hilo de la oración principal, y no sigo para no contradecirme. También sabe todo el mundo que es de Monterroso. Escritor guatemalteco, por si alguien no lo sabía. Los que saben más, saben que ese cuento es considerado como una metáfora del autor sobre las tres décadas exactas que llevaba el PRI en el gobierno  mexicano en el momento de ser escrito, y que por cierto, luego siguió otras cuatro, esta vez de once años cada década.
Sin embargo, existe otra versión sobre su origen, mucho más divertida y que yo prefiero pensar que es la verdadera inspiración de este microrrelato universalmente famoso (que tampoco entiendo por qué, las cosas como son). Según dicen las malas lenguas, la cosa sucedió en un congreso literario celebrado en Tenerife; cuando le tocó el turno de intervención a Bryce Echenique, el bueno de Monterroso se dejó arrullar por su florido lenguaje y se durmió como un ceporro. Cuando despertó descubrió que Echenique seguía allí, con su parla decimonónica y sin duda elegante, aunque con muchas cualidades para invitar al sueño y más extensa de lo que nadie esperaba. Entonces, siempre según esas lenguas viperinas, Monterroso escribió el texto de lo que ha pasado a ser su obra más traducida (y con menos remuneración para los traductores que cobran según el número de palabras traducidas).
Cualquiera de las dos explicaciones vale para justificar el argumento del microrrelato, pero si no conoces ninguna de las dos, se queda un poco así, vamos que no hay quién lo entienda.

Pues es una obra universal, ya ves, me dirá todo el mundo. Ya, ya, ya lo sé, diré yo, pero ¿no quedaría más claro si se escribiera la precuela? Se ha hecho con La Guerra de las Galaxias y parece que la gente ha quedado conforme. Por eso, yo invito a cualquiera a que escriba por su cuenta una precuela que justifique el exitazo del microrrelato. Es un ejercicio sano (como todos los ejercicios), no molesta a nadie, y sobre todo, da para escribir un artiblog.
A continuación pongo algunas de mis propuestas. Se admiten sugerencias, para aumentar la colección.


Fue él quién insistió en que durmiéramos juntos.

***
En cuanto se despierte le piso la cabeza, dijo el brachiosaurio.

***
Este capullo, con el pedo que tenía ayer cuando se fue a dormir, seguro que cuando se levante ni me reconoce.
***
Esperaré hasta que se despierte para comérmelo, pensó el dinosaurio.
***
Sr. Juez, maté a mi marido porque estaba harta de que todas las mañanas me llamara dinosaurio.




12 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo con todo lo que dices, y para mayor aprobacion ahi va mi contribucion:

    No parecio sorprenderse mucho cuando me vio nada mas despertarse.

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    1. gracias por tu aportación. Sí, encaja perfectamente con la continuación...

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  2. interesante propuesta.

    TODO EL MUNDO HABLA DE LOS DINOSAURIOS, PERO ¿QUIÉN HA DORMIDO CON UNO?

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  3. El paleontólogo Richard Levine, ya sabía lo que podía pasar, por eso se oponia a crear aquel parque en una isla de Costa Rica. Se durmió sabiendo que los velocirraptors podían estar cerca.

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  4. Pues será todo lo universal que quieras, pero es la primera vez que escucho ese microrrelato, ¿o debería llamarla, sencillamente, frase?
    En ocasiones demuestro ser tan ignorante que ignoro lo que puedo llegar a ignorar.
    Bueno, al lío. Aunque espero que flexibilices un poco las reglas y me disculpes el escribir tanto precuelas como secuelas.

    - Tras frenar en seco cayó de la grupa del animal y se golpeó la cabeza. Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí
    - Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. A pesar de la traicionera y pestilente ventosidad que se deslizó por su trasero mientras dormía.
    - Soñó que un enorme peluche asomaba del saco de Papa Noel. Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí

    Y podría estar un buen rato así, escribiendo tonterías.

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  5. Nunca es tarde para descubrir un dinosaurio. Aunque sea el de Monterroso

    Quizá por mi sentido escatológico, de tus propuestas la que más me gusta es la segunda.

    Y no te preocupes, todos escribimos tonterías, o mejor dicho, escribimos por tontería. ¿Quién si no, es capaz de emprender un trabajo sin que nadie se lo haya encargado, más que un escritor? Incluso los más cotizados han empezado así.

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  6. he recibido una precuela por email (no lo podía colocar en el blog), de Margarita Peralta, que me parece que está muy bien:

    Richard, si no terminas de limpiar tu habitación, te juro que te lo tiro todo. Dijo la señora Owen.

    Margarita aclara que Richard Owen fue el fundador del museo de ciencias naturales de Londres y además quién acuñó la palabra "dinosaurio".

    Pues eso, gracias.

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  7. Cuando el dinosaurio despertó, Monterroso aun estaba allí.

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  8. Será mejor dormir, pensó, las alucinaciones se irán tras un buen descanso.
    Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí.

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