martes, 19 de marzo de 2013

El cangrejo






La ciencia nos hace avanzar, eso lo sabe hasta un niño de bachiller. Bueno, eso lo sabía un niño de bachiller cuando había bachiller. Ahora a los infantes les enseñan que no es relevante lo que nos hace avanzar, sino lo que te hace avanzar.
Un profesor de la Autónoma de Madrid decía el otro día que van a desaparecer las carreras de humanidades. La facultad de filosofía dejará de existir, por mencionar la más emblemática. ¿Por qué?, porque no resulta rentable invertir en formar filósofos, así de sencillo. Grave error medir la rentabilidad siempre en términos monetarios.
La economía busca exclusivamente la eficiencia en un contexto global y altamente competitivo. Antes se contemplaban también las repercusiones sociales de las medidas económicas.
Los añosos como yo, recordarán que cuándo éramos pequeños, en los viajes largos por carretera nos inventábamos juegos para pasar el rato, en los que participaban nuestros padres. Ahora, a los niños se les enchufa a unas pantallas donde ven siempre la misma peli, para que no molesten.
Antes los salarios crecían, cada año ganábamos más, y crecían al mismo ritmo que aumentaba la productividad. Parece justo, pero además de justo, necesario, pues al aumentar los salarios también crecía la demanda de los bienes de consumo, lo cual conducía a un crecimiento de la producción, así sucesivamente año tras año. Lo que Robert Reich describió como un pacto según el cual “los patronos pagaban lo suficiente a sus trabajadores para que éstos comprasen lo que sus patronos vendían”. Un equilibrio que es fácil adivinar quién lo rompió.
Antes, la democracia representaba la voluntad mayoritaria, pero ahora ni los que han votado a los partidos gobernantes están satisfechos con lo que hacen.
Hubo un tiempo en que la palabra crisis se aplicaba con exactitud y precisión, pues se refería a momentos en los que se veía alterada la continuidad en el desarrollo de algún proceso, pero contando con el regreso a la situación anterior.

Antes a mí me gustaban muchísimo los cangrejos, ahora los miro con recelo.
¿Todo esto será porque antes éramos analógicos y ahora somos digitales?




5 comentarios:

  1. Ahora ese equilibrio se hato porque los empresarios por ganar más pasta han cambiado de asalariados y ahora los asalariados son chinos que desde luego si compran algo también es chino

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  2. como prueba de que vamos para atrás, se ha puesto en marcha una norma de funcionamiento de los registradores de la propiedad (que ostentan la propiedad de su puesto de trabajo y pueden alquilarlo) que es totalmente medieval. Viva la innovación.

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    1. Registradores de la propiedad, notarios, farmacias que te venden cajas con 30 píldoras aunque solo necesites una semana de tratamiento, celebraciones pleistocénicas... muchas cosas nos unen con el pasado más remoto.

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  3. A mí me dijeron una vez, en un lugar fantástico donde iba con una gran esperanza, aunque luego todo se malogró..., que "andar para atrás, nunca, ni para coger carrerilla". A partir de aquel momento dejaron de gustarme los cangrejos. Tu cuento, esta vez, es pelín triste.

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  4. Triste, sí, es una tristeza perder el terreno ganado. Se supone que tenemos que avanzar en todos los sentidos, tanto individualmente como colectivamente. De repente ese avance se ha detenido y empieza un retroceso... socialmente estamos peor que antes (no es necesario aportar datos para no resultar aún más triste), e individualmente, depende de los casos, pero es obvio que la mayoría se ve afectada por el conjunto.
    Procuraré que la siguiente vez no salga triste, a ver cómo me las apaño...

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