tag:blogger.com,1999:blog-32288837660736000622024-03-27T12:32:50.723+01:00LA TERTULIA PEREZOSAUn blog, un blog, ¿por qué un maldito blog? ¿Acaso tiene sentido?
Creo que no, pero aquí está el mío.Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.comBlogger466125tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-42736962609026203062024-03-25T17:36:00.001+01:002024-03-26T10:58:30.798+01:00Proyectos, procrastinaciones y otras cosas del querer.<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhs7y9kosFGadhKx6TuZ2qRUvQ-kxWM2Q1fONcQeA6njvnSL6ihJMeH2pqI90o7M-97avgGAuGrtyos_X1tcapqFXgss11wDvEA4qVkiCkcfBuTkoMyzb_P3SrffVldITvR9xZDInsHznQO5TJzNd9vyAGvRnZ09PjPCgOCtuK_gNN2mn-8sxZZOHSCkNI/s3509/procrastinacio%CC%81n.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2080" data-original-width="3509" height="238" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhs7y9kosFGadhKx6TuZ2qRUvQ-kxWM2Q1fONcQeA6njvnSL6ihJMeH2pqI90o7M-97avgGAuGrtyos_X1tcapqFXgss11wDvEA4qVkiCkcfBuTkoMyzb_P3SrffVldITvR9xZDInsHznQO5TJzNd9vyAGvRnZ09PjPCgOCtuK_gNN2mn-8sxZZOHSCkNI/w400-h238/procrastinacio%CC%81n.jpeg" width="400" /></a></div><br /><p></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Hay un principio filosófico por algún sitio que dice que las cosas existen si existe su contrario. Hoy voy a hablar de procrastinación refiriéndome a su contrario: proyecto ejecutado.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Lo cierto es que <i>ejecutado</i> no es del todo exacto en el caso del proyecto al que me voy a referir a continuación. De todas formas hablaré de él, como si ya fuera algo terminado para liar más la cosa.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><i>Proyecto</i> es una idea plasmada en novela que jamás fue escrita. Pasado un tiempo fue adaptado a guión cinematográfico, que por motivos prácticos y de otra índole, tampoco llegó a escribirse en ningún momento. El autor (yo, pero prefiero referirme a mí mismo como si fuera alguien ajeno para que la mala conciencia no me dé el coñazo), harto de buscarse excusas para no seguir adelante con la idea (que le parecía muy buena), dicidió finalmente convertirla en teatro.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Al principio, el reparto, si es que cabe aquí hablar de reparto, se reduciría a un único actor que interpretaría todos los personajes, cifra cercana a la docena. La razón no se debía a un intento de innovación escénica sino a simples cuestiones económicas. Hay un principio inapelable que dicta que es más sencillo convencer a posibles productores cuando la inversión no les hace encanecer prematuramente. Por esta misma razón, el decorado consistiría en un simple taburete con el único fin de dar reposo al torturado actor cuando la fatiga lo inhabilitara para seguir de pie. O en pie, quizá en este caso sea más apropiada la expresión "en pie", transmite mejor la idea de terrible batalla. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Finalmente, el autor, quizá inspirado por una súbita llegada de pensamiento crítico, nada habitual en él, y pensando en el lucimiento de la obra, decidió que pondría los actores y actrices necesarios, aunque se mantuvo firme en lo del taburete. Nada de escenografías complicadas, se dijo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><i>Proyecto</i>, es como cabe inferir de todo lo dicho, el resultado de un gran esfuerzo intelectual. Cierto es que las páginas del libreto aún mantienen su blancura intacta como doncellas cautelosas, porque la virtud, al igual que el lucimiento, son para el autor tesoros a conservar.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">No podemos renunciar prematuramente a que en algún momento, el autor se decida a escribir, por fin, <i>proyecto</i>, sin escatimar horas de duro trabajo. El lucimiento, la virtud y el sacrificio son la base de una vida plena. Claro, que no lo son necesariamente de una vida divertida, de modo que tardaremos en ver <i>proyecto</i> sobre los escenarios.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">De momento, hoy, cinco años cuatro meses y algún día suelto más tarde de su alumbramiento, <i>proyecto</i> ha perdido el anonimato y ya tiene título. Por supuesto, es sólo para ir tirando, nada definitivo, pero un paso es un paso y el primero es el más importante.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">El lucimiento, la virtud, el sacrificio y dar el primer paso, es, para el autor, la clave de la felicidad.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: arial;">Leoncio López Álvarez</span></p>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-33395222591982302082024-03-10T17:53:00.002+01:002024-03-10T18:07:22.435+01:00¿En qué pensamos cuando no pensamos en el sexo? <p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"> </span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaLwz35a-Y_hGWCrC_EK8Uuu6FoxSenJL7TXqSpCP_EMTsoPL37TATEdBr5MeHruHyUUoUWeoTzlYSzzWYSWdV9iUNfL3jOlccBbsEo6aX5hAuhXrHb7Dvp0OHhpEA4rApGdknlYBcdSmkZq_70Kc4m0IgNglyCn2djZYkmfwnbEtj4Vkuqj_XAWJShBk/s1600/pensamiento.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1039" data-original-width="1600" height="260" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaLwz35a-Y_hGWCrC_EK8Uuu6FoxSenJL7TXqSpCP_EMTsoPL37TATEdBr5MeHruHyUUoUWeoTzlYSzzWYSWdV9iUNfL3jOlccBbsEo6aX5hAuhXrHb7Dvp0OHhpEA4rApGdknlYBcdSmkZq_70Kc4m0IgNglyCn2djZYkmfwnbEtj4Vkuqj_XAWJShBk/w400-h260/pensamiento.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Hace tiempo, mucho, pensando que se trataba de algo relacionado con la antropología, fui a Segovia para ver una exposición que se anunciaba con el nombre "Las edades del hombre". No me extrañó, y debería haberlo hecho, que tuviera lugar en la catedral. El título me despistó. Cuando entré y en lugar de ver una sucesión ordenada de los distintos momentos por los que ha pasado la humanidad, me encontré con una exposición gore, mi confusión era indescriptible. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Nunca he llegado a entender por qué una exposición de arte religioso, mayoritariamente Cristos sufrientes, se anuncia como <i>Las edades del hombre</i>. Ni siquiera está relacionado con la clasificación de Hesiodo sobre las cinco edades en las que se desarrolla el hombre, oro, plata, bronce, la de los héroes y la de hierro, donde los dioses se muestran cada vez más inclementes con los humanos. No, no hay nada que justifique el título. En aquella ocasión, la confusión despertó mi apetito y no tuve más remedio que ir a Casa Duque, a ver si podían hacer algo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Hoy he vuelto a acordarme de <i>Las edades del hombre</i>, y ha sido pensando en la mía. En mi edad y en la de los demás. La conclusión es que las edades del hombre, es la edad de sus pensamientos. Según vamos cumpliendo años, lo que de verdad cambia es lo que pensamos, y lo de menos son las arrugas, la descalcificación ósea y las incontenibles ganas de ir al cuarto de baño cada veinte minutos. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Ya sé que no he descubierto la pólvora, pero mi intención no es deslumbrar, sino asustar. Porque, vamos a ver, todos sabemos cuáles son nuestros pensamientos cuando somos niños (un tren eléctrico, por ejemplo), cuando somos adolescentes (sexo y una moto), cuando somos jóvenes (sexo y terminar la carrera), cuando somos adultos ( sexo y comprar una casa), cerca de la cuarentena (sexo y tener hijos), cuando pasamos la cincuentena (sexo y hacer grandes viajes), con los sesenta (sexo y hacer un curso de flores secas), pero, y ahora viene la parte terrorífica, sabemos que llegará un momento en que dejemos de pensar en el sexo y sólo quede ese "algo más" que siempre lo acompaña a cualquier edad. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Lo malo, cuando llegue ese momento, no está en la ausencia del sexo en nuestros pensamientos, sino en el "algo más". ¿Qué puede ser? ¿En qué pensaremos cuando ya sea lo único en lo que pensamos? Os lo voy a decir: pensaremos en la muerte. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Yo, hasta que me llegue ese momento, seguiré pensando en por qué han elegido <i>Las edades del hombre</i>, para anunciar una exposición de crucifijos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: arial;">Leoncio López Álvarez</span></p>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-36037685817559216082024-03-04T18:52:00.006+01:002024-03-06T18:37:45.984+01:00Día del escritor<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"> </span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiG8OjaBLeiIqJK6ldpv6JrkYcj02Hmsw7m7cL_1q_MSEb4KDBwoiPqHtiOlSvMDeVcEV6OKhITKq0p1v1qs7UgvLqRIYtrlDZQSdzseyqaRDZfmfea-RWGnOVr5yX3BXqsi4iPQdl6qeqsZTkKzIKXVAM386TiLKKkHGi5F50nSK6eDgLMarJN19ZYCc4/s1600/edf1afeb-f5ef-4ce4-a4d0-c462d1e8afdb.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiG8OjaBLeiIqJK6ldpv6JrkYcj02Hmsw7m7cL_1q_MSEb4KDBwoiPqHtiOlSvMDeVcEV6OKhITKq0p1v1qs7UgvLqRIYtrlDZQSdzseyqaRDZfmfea-RWGnOVr5yX3BXqsi4iPQdl6qeqsZTkKzIKXVAM386TiLKKkHGi5F50nSK6eDgLMarJN19ZYCc4/w300-h400/edf1afeb-f5ef-4ce4-a4d0-c462d1e8afdb.jpg" width="300" /></a></div> foto propia <br /><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Hoy es el día del escritor y me pregunto si es mi día o no. He publicado nueve libros o diez, no recuerdo bien (lo recuerdo perfectamente pero con esta imprecisión doy la sensación de que son tantos que resulta imposible acertar). Además he escrito una comedia que se ha estrenado en tres teatros importantes de España y en abril empieza una segunda temporada en Madrid con veintitantas funciones programadas (de nuevo esa maravillosa imprecisión que me sitúa en un plano de superioridad al aparentar falta de interés en asuntos tan humanos como la contabilidad). Parece material suficiente como para considerar que sí, que hoy también es mi día. Lo que ocurre es que yo nunca he sido escritor, siempre he sido otras cosas. Algunas de forma nada clara.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Borges decía que escribir es un acto subsidiario de leer. Parece que si lees mucho, la consecuencia es que acabarás por escribir algo. Pero con eso no basta, ya lo sabemos. Además de escribir (eso lo hace cualquiera) hay que publicar, y no solo publicar, hay que ganar dinero con lo publicado. Y condición casi imprescindible, es haber ganado algún premio literario. Hasta aquí, cumplo a la perfección con todos los pasos exigidos. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Otro asunto es cuánto dinero hay que ganar escribiendo libros para considerarse escritor y salir ahora mismo a comprar una botella de champán para celebrarlo. Nadie lo ha dicho, y no lo ha dicho nadie porque da risa lo que se gana. ¿Champán? ¡ja! </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Muy pocos pueden vivir de sus libros, eso ya lo sabemos, pero os voy a dar las cifras cabales porque eso de "muy pocos" es no decir nada. ¿Estáis preparados? Pues resulta que el 86% de los escritores profesionales en España necesita otro trabajo para vivir. Esa es la razón por la que el 86% de los escritores profesionales en España tienen otro trabajo. Y no es que sean unos sibaritas: El 78 % de los escritores gana menos de mil euros al año. Sí, al año. Sólo el 14% de los escritores españoles pueden vivir de su trabajo como escritor a tiempo completo, algunos estupendamente otros menos estupendamente pero... sólo el 0,001% de la totalidad son lo que se dice escritores de éxito. Famosos, y todo eso.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">¿Cómo se os ha quedado el cuerpo? A mí, si no fuera porque, como ya he dicho, soy otras cosas, se me habría quedado fané y descangayado, dos cuartos de cogote y una percha en el escote bajo la nuez. Como la del tango. Y como en el tango, esta noche me emborracho.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">¡Feliz tres de marzo a los que se sientan aludidos!</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;">NOTA: SÍ, HOY ES DÍA CINCO, PERO SE ME OLVIDÓ SUBIR ESTE ARTIBLOG EL DÍA PERTINENTE, QUÉ LE VAMOS A HACER. </span><span style="font-family: arial;">POR CIERTO, EL 13 DE JUNIO TAMBIÉN ES EL DÍA DEL ESCRITOR. Y EL 23 DE ABRIL, UN POCO TAMBIÉN. PARECE QUE ESO DE ESCRIBIR NO ESTÁ BIEN PAGADO PERO SE CELEBRA MUCHO.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><blockquote style="border: none; margin: 0px 0px 0px 40px; padding: 0px;"><p style="text-align: right;"><span style="font-family: arial;"><a href="http://www.leonciolopezalvarez.eu/" target="_blank">Leoncio López Álvarez</a></span></p></blockquote></blockquote>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-6729997570348099612024-02-07T19:01:00.001+01:002024-02-07T20:07:52.616+01:00Sueños interruptus<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"> </span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQFN8VrrStBCrPCgFctXxrQh4Kjux4kKUMej1gRKsP7cT98GP2VPT0FvT3gTjroJ2YqGe8eyCe8BU6wA6BI_IXrqsxaVNl1bNBywmCwuslxzYvzkbJUnG9bJdglhY8OLiMN1jU60oLY5ColcAVUMronMq51yRt8wOl2alGDf33EIKJ2preOTojieF5rPY/s3317/suen%CC%83o(Nemo).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2480" data-original-width="3317" height="299" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQFN8VrrStBCrPCgFctXxrQh4Kjux4kKUMej1gRKsP7cT98GP2VPT0FvT3gTjroJ2YqGe8eyCe8BU6wA6BI_IXrqsxaVNl1bNBywmCwuslxzYvzkbJUnG9bJdglhY8OLiMN1jU60oLY5ColcAVUMronMq51yRt8wOl2alGDf33EIKJ2preOTojieF5rPY/w400-h299/suen%CC%83o(Nemo).jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Estoy soñando un partido de fútbol en que va ganando mi equipo dos a cero. En ese momento me despierta el gato, porque él se ha despertado antes y no soporta la sensación de soledad que da la vigilia. Abro la ventana para que se vaya y me deje en paz en mi maravilloso mundo paralelo. Vuelvo a la cama cabreado, deseoso de seguir con el sueño que tenía. Lo consigo, pero en el tiempo que ha pasado han metido tres goles a mi equipo y va perdiendo tres a dos. No consigue remontar. Estuve todo el día sin hablar al gato.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Es sólo un ejemplo, pero me pasa continuamente. Siempre que tengo un sueño de esos, en los que me gustaría quedarme a vivir, el gato me despierta. Jamás lo hace cuando tengo una pesadilla, o un sueño vulgar, no, lo hace únicamente con los estupendos, ese tipo de sueños que solo se dan en sueños. Por decirlo así.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">¿Por qué sucede esto? No me refiero a por qué me despierta el gato, eso ya lo sé, es un pesado, sino por qué soñamos cosas maravillosas. ¿No será que nuestro cerebro, ese prodigio desconocido, trata de paliar lo que sucede en la realidad creando gratificantes momentos fuera de ella? Sería una asombrosa demostración de la perfección del mecanismo que llamamos vida. Vale, esto no explica que también tengamos pesadillas, pero a quién le molesta que le persiga un toro si nada más aparecer ya sabemos que es una pesadilla. Yo, ya ni me molesto en correr. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Todos nos hemos enamorado alguna vez en sueños, y todos hemos sentido la misma sensación de pérdida cuando se desvanecen; por culpa de un gato, de un despertador o cualquier intrusión desbaratadora. Cuando sucede esta desgracia, es el momento para escribir frases memorables, como "sólo tengo un sueño y es volver a soñar contigo". Me encantaría que alguien me dijera eso, porque significaría que yo soy el hombre de sus sueños, o de su vida, porque la vida es sueño. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Los mejores sueños son los que se tienen despierto y, poco a poco, te vas durmiendo hasta que al final lo que sólo era un boceto se convierte en un sueño como tiene que ser, totalmente real. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">"Cuando el cruel insomnio me da un respiro aprovecho para soñar contigo".</span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p><br /></p><p style="text-align: right;"><a href="http://www.leonciolopezalvarez.eu/" target="_blank">LEONCIO LÓPEZ ÁLVAREZ</a></p>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-11731440162929765072024-01-16T10:07:00.004+01:002024-01-16T12:30:44.549+01:00Suspenso en sistema educativo<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><i></i></span></p><br /><span style="font-family: arial; font-size: large;"><i><br /> </i></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKJlvktuRHeVdlwM4WCnOoIivwIxOfnpIjuMz9mVDIS8x_HnQTypnJ_gxTNEizEv7sZJOmPjy-qmn6NEXLpkx5h3B7Xs8Q6WEAKiWITG_nOg_yhUI2KmqeBDxQhJwSMDWcAoYEv_UQgWYVCHkAh_-MUdFqpDN3xaltnUEhaAufWiqkGPOQhwHIEzwuoJc/s2492/ASCENSOR.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2492" data-original-width="2480" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKJlvktuRHeVdlwM4WCnOoIivwIxOfnpIjuMz9mVDIS8x_HnQTypnJ_gxTNEizEv7sZJOmPjy-qmn6NEXLpkx5h3B7Xs8Q6WEAKiWITG_nOg_yhUI2KmqeBDxQhJwSMDWcAoYEv_UQgWYVCHkAh_-MUdFqpDN3xaltnUEhaAufWiqkGPOQhwHIEzwuoJc/w398-h400/ASCENSOR.jpg" width="398" /></a></span></div><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /><i><br /></i></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><i>Qué hermosura de niño</i> -dijo el obstetra mirando al bebé como si fuera un pez que acabara de sacar del agua-<i>, nunca había visto uno tan fuerte.</i></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">La madre, debilitada por los esfuerzos del parto sonreía sin saber por qué lo hacía. El doctor, una vez que el bebé respiró por primera vez y hubo comprobado que todo estaba en orden, se lo pasó a la enfermera para que se encargara del resto de cosas que se hacen con un recién nacido. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Al día siguiente, la madre llamó preocupada al doctor porque había observado algo en su pequeño que no encajaba con su corta vida. <i>Mire sus manitas</i> -dijo entregando el bebé como si devolviera una mercancía en mal estado a quien se la había vendido- <i>observe sus palmas. </i>El médico, que conocía perfectamente su oficio, ni se molestó en examinar al bebé. Sabía qué había llamado la atención a su atribulada madre. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><i>Se refiere usted a que tiene las manos llenas de callos, ¿verdad?</i> La madre asintió. El doctor carraspeó antes de dar sus explicaciones. <i>Verá, estas callosidades en las palmas de las manos están relacionadas con la teoría de la evolución. Este niño viene ya adaptado para la vida que le espera, que es la misma que han tenido sus abuelos, bisabuelos, tatarabuelos,... y aún tiene su padre</i>. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">La madre trataba de entender la teoría de la evolución, de la que había oído hablar vagamente, pero no le resultaba nada sencillo. El doctor captó su confusión y continuó con sus explicaciones. <i>Esta criatura tendrá que trabajar muy duro para subsistir y... bueno, pues, ya viene preparado de fábrica, por así decirlo, </i><i>a las condiciones de vida que le esperan</i><i>. Una ventaja enorme, no lo dude.</i></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">El obstetra se marchó y dejó al bebé en los brazos de su madre que trataba de ver esa ventaja enorme que había mencionado el médico en sus explicaciones. <i>Una ventaja enorme, vale, pero ¿para quién? </i>Se preguntó.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgL6JZL2VfiHJUQt-ivm4RyH5_6Ro3mbAQOxmIcjDbn9Vs6qHffgSlx5CVM4rCT5e9JmzVEN2B80vd6wNczQUGu1blmOLMm8g7vuHFRcgQUd10PpnH9fBR8s9JCEmezqQo-eOriSYcOKxpCu7mPgrBqIStYcTRwWtME1lbcLCzn8mDf_AC3Z1sceMF9Mlk/s3300/bebeobrero.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2009" data-original-width="3300" height="122" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgL6JZL2VfiHJUQt-ivm4RyH5_6Ro3mbAQOxmIcjDbn9Vs6qHffgSlx5CVM4rCT5e9JmzVEN2B80vd6wNczQUGu1blmOLMm8g7vuHFRcgQUd10PpnH9fBR8s9JCEmezqQo-eOriSYcOKxpCu7mPgrBqIStYcTRwWtME1lbcLCzn8mDf_AC3Z1sceMF9Mlk/w200-h122/bebeobrero.jpg" width="200" /></a></div><br /><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: arial;"><a href="http://www.leonciolopezalvarez.eu/" target="_blank">Leoncio López Álvarez</a></span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br />Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-33738705521481171172023-12-31T09:11:00.001+01:002023-12-31T09:12:48.488+01:00Con doce meses de garantía<div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoy1mKruRir6JXaJweAic_e8di-Ib-z4u2HfSZuJTajTJUbk5NMqtH2tx-5-6kRK3Tzh1BVzQuJJ6Cu7sSopQINi4OSc1kiUzgAHyiFCARWo2Ee-Fvakb4kFJl5ZzvXh_zgV4-SZ7WAHiPbKYKnIeqng1jco4OXUyf9EdOs2P1RBgbEWq6w60JZttNMac/s1024/4467998c-e205-4375-b35c-a97a443f92af.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="861" data-original-width="1024" height="336" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoy1mKruRir6JXaJweAic_e8di-Ib-z4u2HfSZuJTajTJUbk5NMqtH2tx-5-6kRK3Tzh1BVzQuJJ6Cu7sSopQINi4OSc1kiUzgAHyiFCARWo2Ee-Fvakb4kFJl5ZzvXh_zgV4-SZ7WAHiPbKYKnIeqng1jco4OXUyf9EdOs2P1RBgbEWq6w60JZttNMac/w400-h336/4467998c-e205-4375-b35c-a97a443f92af.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Estamos en el mes dorado del consumo, es cuando más cosas compramos. Pero comprar exige una operación subsidiaria, que consiste en tirar algo a la basura. Las compras vienen a reemplazar lo que ya teníamos (aunque admitámoslo, no nos faltaba de nada), de modo que, por ejemplo, si compramos un jersey significa que por algún lado hay un jersey viejo que sobra. Lo tiramos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"> </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Esta mentalidad lo impregna todo, yo por lo menos me veo muy impregnado. Ayer me quedé dormido y tuve un sueño revelador. Aparecía Chronos, el Dios del tiempo, en un anuncio de televisión. El comercial guardaba la típica estructura de anuncio americano de un vendecoches. En lugar de llevar un sombrero tejano o una gorra de beisbol, Chronos llevaba sobre la cabeza un reloj de arena. Ridículo, sí, pero los sueños a veces tienen detalles ridículos. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">En el anuncio, Chronos, me decía que ya era hora de cambiar el viejo año que había estado utilizando hasta este momento, y hacerme con uno completamente nuevo. "Es una oferta especial", seguía Chronos hablando a cámara con una embaucadora sonrisa, "no puede dejar pasar esta ocasión". Resultaba muy persuasivo. "Le ofrecemos un año sin estrenar, con doce meses de garantía". Imposible resistirse, aún así yo pregunté en voz alta "¿y qué pasa si no aprovecho esta oferta especial?" y Chronos, como si me hubiera escuchado, lo cual era imposible porque él estaba al otro lado de la tele, contestó: "si no cambia ahora mismo de año, morirá".</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Tengo que confesar que me sobresaltó la determinación con la que me contestó el viejo Chronos. Eso sí era un buen argumento de venta, el mejor jamás utilizado en toda la historia de la publicidad. Me vinieron a la cabeza los tiempos en que yo era director creativo en una importante agencia de publicidad y lamenté no haber caído entonces en utilizar ese <i>claim</i> tan estupendo. Me imaginé anuncios en los que en lugar de decir, más blanco no se puede, terminaban con un contundente "Si no compra usted detergente Ariel, morirá". A ver quién era la guapa, o el guapo (yo fui el primero en poner a un hombre lavando sus propias camisas) que se resistía a utilizar Ariel.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Me desperté, entre asustado y no sé qué, dispuesto a consumir el nuevo año sin protestar. Por muy malo que sea el que viene, me dije, mejor vamos a cambiar de año. Eso sí, el viejo no pienso tirarlo, lo guardaré en mi memoria con los otros tantos que tengo.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Y aquí estoy, amigos, con un gorrito absurdo en la cabeza y doce uvas esperando a que me traigan el nuevo año. Creo que llega por Amazon.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></div><div style="text-align: right;"><span style="font-family: arial;"><a href="http://www.leonciolopezalvarez.eu/">Leoncio López Álvarez</a></span></div>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-76918791106332823162023-12-24T20:15:00.001+01:002023-12-30T17:13:15.356+01:00Mis mejores propósitos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUs-Gky2fy0Dc_RDtxTmIXDZWd7LEUDbqR4fOf4DLNGdYcBywFGUnC_Bqi4Up0784Lyo3KrOXP6DcLgl3fTg1KR1_UtO4t91wxRZRpAcK4hl1MiDAJwHSy9WU1qjVux0vw1m_0HwYdn6DkElBSWtgv__L6XdZnIn_0zUym_cIwcx10-5rpPXfizz37VxM/s1024/60ad5399-8434-4198-90e6-96f9a099f382.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="853" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUs-Gky2fy0Dc_RDtxTmIXDZWd7LEUDbqR4fOf4DLNGdYcBywFGUnC_Bqi4Up0784Lyo3KrOXP6DcLgl3fTg1KR1_UtO4t91wxRZRpAcK4hl1MiDAJwHSy9WU1qjVux0vw1m_0HwYdn6DkElBSWtgv__L6XdZnIn_0zUym_cIwcx10-5rpPXfizz37VxM/w334-h400/60ad5399-8434-4198-90e6-96f9a099f382.jpg" width="334" /></a></div><br /><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Tengo gracia. Lo normal es decir que la gente tiene gracia, y como yo, si me miras de lejos, también soy gente, pues tengo gracia. ¿Por qué? Porque resulta que caigo en los mismos errores que todo el mundo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Digo que no me gusta ir a Madrid en Navidad, y voy. Digo que no estoy dispuesto a comer marisco en estas fechas, y voy y lo compro pagando el doble que en un mes normal. ¿Que no me gusta formar parte de las celebraciones obligadas y programadas? Entonces no sé por qué acudo a cada reunión que me llaman. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">En estas fechas, mi coherencia se viene abajo. Dejo de moverme por mis principios y me muevo por los principios de los demás. Me miro, y me digo "este no soy yo", alguien me ha cambiado. Pero parece que no me importara porque sigo actuando, con doblegada determinación, movido por los mismos estímulos que el resto del mundo. Y detesto cada uno de ellos, por si no ha quedado claro.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">En Navidad dejo de ser yo, y me convierto en lo que esta sociedad espera que sea. Supongo que en eso consiste la magia de la Navidad, en transformar personas únicas en clones repetidos de un modelo estándar. Es un truco estupendo porque nadie se da cuenta de dónde está la trampa, y de todos modos, aunque te des cuenta, caes en ella. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Lo que no hago es poner Belén (para belenes está el momento) ni árbol ni espumillón. Todo el mundo tiene una línea roja, y los adornos es la mía. Pero de todo lo demás participo con entregada determinación. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Como ejemplo, me he hecho un propósito para el nuevo año. Pero no para mí, sino, quizá impregnado de este espíritu navideño, para los demás. Este es mi propósito:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">propongo a todo el mundo que sea crítico con las noticias que le llegan, que no se crea todo lo que le mandan por las redes sociales y que opine utilizando la cabeza. Pero la suya, no la de otro. Como dijo Teócrito, los hombres libres tienen ideas y los sumisos tienen ideología. Y sobre todo, no os matéis demasiado.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Pues ya está dicho, más clásico no puedo ser. Si es que esto de las navidades tiene su coña...</span></p>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-35294262551519919032023-12-14T18:02:00.004+01:002023-12-16T10:36:49.418+01:00La vida es un teatro <p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"> Esta tarde he decidido ir al teatro.Se trata de una obra que quiero ver desde hace tiempo y la van a quitar el domingo. Como hoy es el único día que tengo disponible, he tenido que espabilar. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Hace mucho, cuando te ocurría algo así, sencillamente te acercabas al teatro un cuarto de hora antes de empezar la función, ibas a la taquilla, pedías una entrada y santas pascuas. Ya, pero eso era antes. Ahora tienes que sacar la entrada por Internet si quieres estar seguro de verla. Ahí empieza el lío. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Internet debería funcionar como una taquilla, llegas (entras), eliges tu entrada, pagas, coges el tiquet y te vas. Tiempo empleado: <i>ná</i>. Pero resulta que no; para hacer esa operación por Internet, primero te tienes que dar de alta en la plataforma del teatro, decir cómo te llamas, dónde vives, el código postal, tu fecha de nacimiento (opcional), tu teléfono (opcional) que aceptas las condiciones, pero aquí no vale decir que sí, que las aceptas, primero tienes que abrir el documento de las condiciones para que parezca que te has leído las veinte páginas que tiene. Además has de acatar su política de cookis (lo llaman así, "política de cookis"), porque si dices que no, se acabó la operación. Te amenazan con enviarte boletines informativos a tu dirección de email, que por supuesto, has tenido que aportar. Tú dices que no, que no quieres recibir nada, pero da igual, a partir de ese momento recibirás puntualmente todo lo que se les ocurra.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Todo esto para pedir tu entrada de la fila doce asiento 9, ahora tocar pagar. Como no quieres dar los datos de tu tarjeta (a mí ya me han estafado 500€ por darlos alegremente), primero te creas una tarjeta virtual en tu banca móvil. Esta operación se lleva, entre contraseñas, códigos que te envían por SMS que luego tienes que introducir y demás gaitas, los diez minutos largos. Finamente, cuando está apunto de expirar la página de la plataforma del teatro de su abuela, consigues la entrada. La descargas, te la mandas a ti mismo por whatsapp para tenerla en el teléfono y te das cuenta de que te quedan diez minutos para irte a toda velocidad al teatro.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Dices, qué caramba, diez minutos son diez minutos, y los aprovechas para quejarte de todo esto en tu propio blog. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Un locura, los tiempos que vivimos son una auténtica locura.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;">P.S. no he incluido mi dibujito habitual porque si lo dibujo, lo escaneo, lo mando al ordenador, lo paso de pdf a jpg y lo subo al blog, no llego al teatro ni a la hora de salida.</span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: arial;"><br /></span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: arial;"><a href="http://www.leonciolopezalvarez.eu/">Leoncio López Álvarez</a></span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-7607203672393627752023-11-20T15:58:00.001+01:002023-11-20T15:58:27.200+01:00Hablando se entiende la gente<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5_kG3xE5tZ5NxwuDcdWxBplrZ1RWXZawG0F1PNdzjjy1X9VtdoR-t1lUu7u1J9nvwLq-BZXQO0bCLBq2BIc9VanRT13JQkA6iCiu6U42tN_yTxXGixJ5gmWAssBBQN6W2EDUXCOJ9i8JzCCGfEXrg9Zpv4JUNtsKVs-2Sj0uqypt8f7_bkBm7_xNxT9Y/s3509/charla.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1588" data-original-width="3509" height="181" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5_kG3xE5tZ5NxwuDcdWxBplrZ1RWXZawG0F1PNdzjjy1X9VtdoR-t1lUu7u1J9nvwLq-BZXQO0bCLBq2BIc9VanRT13JQkA6iCiu6U42tN_yTxXGixJ5gmWAssBBQN6W2EDUXCOJ9i8JzCCGfEXrg9Zpv4JUNtsKVs-2Sj0uqypt8f7_bkBm7_xNxT9Y/w400-h181/charla.jpg" width="400" /></a></div><br /><p><br /></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">En general trato de evitar las discusiones. En general significa siempre, al menos en este caso. Debates sí, discusiones no. ¿Cuál es la diferencia, se preguntarán muchos, entre una discusión y un debate? Quienes se lo preguntan es porque desconocen la respuesta, lo cual les inhabilita para debatir conmigo. Y discutir, por supuesto.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Cada vez resulta más complicado mantener esta postura, porque cada vez surgen más temas sobre los que debatir, discutir para la mayoría. Pero yo soy un experto en descubrir a los que no distinguen entre debate y discusión.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Hace poco estaba yo tomando un daiquiri con un amigo cuando de repente apareció entre nosotros el tema de la amnistía. Ni lo vimos venir. Fue al levantar mi segunda copa cuando lo descubrimos. Estaba sobre el posavasos, agazapado, esperando su oportunidad para dejarse ver. Fue imposible pasarlo por alto: saltó sobre nosotros con una furia vesánica sorprendiéndonos sin que pudiéramos hacer nada por evitarlo. Sin darnos cuenta lo teníamos encima. A ver cómo salíamos de esa.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">No tardamos ni tres segundos en sucumbir ante su pegajosa insistencia y nos vimos envueltos, con nuestros daiquiris en mano, en un debate yo, y en una discusión mi amigo. Primero, algo alterado, mi amigo me expuso su punto de vista, que me entró por oído y me salió por el otro, y a continuación fue mi turno.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Mira, le dije, no quiero que te ofendas pero tu visión está mediatizada, has perdido la objetividad y esa pérdida te lleva a decir tonterías. Escúchame con atención porque lo que vas a oír es la verdad. La única verdad, subrayé.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">A continuación di un sorbo a mi daiquiri con una elegancia que el propio James Bond hubiera tratado de imitar, y con parsimonia volví a colocar mi copa sobre el posavasos. No fue casualidad que el tema de la amnistía quedara de nuevo atrapado debajo. Luego pregunté a mi amigo: ¿de qué estábamos hablando? Él me miró con el esfuerzo de intentar recordar pintado en su rostro y simplemente dijo: no me acuerdo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Una tarde que terminó felizmente, aunque yo me hubiera tomado otro daiquiri, la verdad.</span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: right;"><a href="http://www.leonciolopezalvarez.eu/">Leoncio López Álvarez</a></p><p><br /></p>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-44447269162178707942023-11-05T08:52:00.000+01:002023-11-05T08:52:20.371+01:00Eso son andares<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"> </span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheKibuSao_PhYk7aK28Oxj_XERwIuw8ULM_Io0E2pl_zgr-AN9QXGRK4flxivEgx-NmylaJvZQhKrWlfnj5HkTJwCr3CT0jQ8vzjqBbPwW08OcBUd27LonB3FOtAjZKI9NbzZzo4Ms-edRcsTI-aUfa5hVo0Ny2mpjUhLD5Y7KJfJbFphQy7a_dOxmC20/s1174/filosofo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="728" data-original-width="1174" height="248" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheKibuSao_PhYk7aK28Oxj_XERwIuw8ULM_Io0E2pl_zgr-AN9QXGRK4flxivEgx-NmylaJvZQhKrWlfnj5HkTJwCr3CT0jQ8vzjqBbPwW08OcBUd27LonB3FOtAjZKI9NbzZzo4Ms-edRcsTI-aUfa5hVo0Ny2mpjUhLD5Y7KJfJbFphQy7a_dOxmC20/w400-h248/filosofo.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Cuando en los colegios se estudiaba filosofía, los más aplicados sacábamos interesantes conclusiones de cada clase. Yo, por ejemplo, viendo a mi profesor, me fijé en un detalle que esta mañana me ha vuelto a la cabeza. El detalle es el siguiente: los filósofos andan despacio. Y me ha vuelto a la cabeza esta mañana porque he visto a un filosofo andando por la calle (supongo que sería filósofo porque caminaba con elegante lentitud).</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Hoy todo el mundo va muy rápido (salvo los filósofos). Lo fácil sería pensar que se debe a que todos llegan tarde a los sitios, pero eso no puede ser. Es prácticamente imposible que todo el mundo a todas horas tenga prisa. Yo me pongo como ejemplo y me veo caminando a toda leche aunque me sobre el tiempo. Esto se debe a que he cogido el hábito de caminar como si me persiguieran. Y no soy el único, de hecho, cuando camino acompañado de alguien (rarísimas ocasiones), siempre me dejan rezagado cuatro o cinco metros por detrás. Puede ser porque mis acompañantes están menos predispuestos a la filosofía que yo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Entonces, haciendo uso de la lógica (precisamente) he llegado a la conclusión de que dependiendo del grado de compromiso que tengamos con la filosofía, así serán de rápidos nuestros andares.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Podríamos pensar que los ancianos, achacados por diferentes dolencias, caminan despacio ... y sí, pero no. Sí y no, porque efectivamente van más despacio, pero su intención de andar cagando leches sigue viva. Les pasa lo mismo con otros aspectos de su vida que no es el caminar, pero tampoco es de interés en este momento. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Los ancianos tienen una prisa diferente, pero la siguen teniendo. Podemos decir que es una prisa que va despacio, una prisa envejecida.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Pasa lo mismo con los cojos, que van todo lo rápido que pueden aunque a nosotros nos resulte sencillísimo rebasarlos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Volviendo al filósofo que me he encontrado esta mañana; sin saber por qué, he empezado a seguirlo. Había algo en él que me ha impulsado a tomar esta absurda decisión. Imposible resistirme. Naturalmente, seguirlo, me ha obligado a andar despacio, a su mismo ritmo, y entonces me he dado cuenta de que así, a esa velocidad, el mundo se ve de otra manera. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Me ha gustado, me ha gustado tanto que me he prometido a mí mismo que a partir de hoy, siempre andaré como un filósofo aunque no lo sea. Se va mucho mejor yendo despacio, adónde va a parar. </span></p><p><br /></p><p style="text-align: right;"><a href="http://www.leonciolopezalvarez.eu/" target="_blank">Leoncio López Álvarez</a></p>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-81976185329736130482023-10-31T13:20:00.005+01:002024-01-24T08:52:12.003+01:00Coincidencias<p><br /></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQTQi8se6LXRXXMuNqaATesXxaeX26ovB2tWwkvejuBzory4wE7oDNIBN1vHlEmYlvMcMhT57jpSXbHL7NsmagO_hh1AjIn1Sf-5GpdYfSrM1bieabbU3KlAVrScwctnbWtJr-p7j_RpHjdFhS17DNHC2bBBrbOXqu61eIjTUUiJqadhXzDntKRYU9KCk/s2048/65d8b617-0961-4611-b08a-7261f736b71b.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1152" data-original-width="2048" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQTQi8se6LXRXXMuNqaATesXxaeX26ovB2tWwkvejuBzory4wE7oDNIBN1vHlEmYlvMcMhT57jpSXbHL7NsmagO_hh1AjIn1Sf-5GpdYfSrM1bieabbU3KlAVrScwctnbWtJr-p7j_RpHjdFhS17DNHC2bBBrbOXqu61eIjTUUiJqadhXzDntKRYU9KCk/w400-h225/65d8b617-0961-4611-b08a-7261f736b71b.jpg" width="400" /></a></div>. Foto propia. No tenía ganas de dibujar daditos.<br /><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Una de las cosas más asombrosas que hay en la vida son las coincidencias. Son desafíos a la ley de probabilidades. Por ejemplo, llevas años sin ver a tu amigo Manolo y precisamente el día que te llama para invitarte a una mariscada, es cuando tienes hora con el cardiólogo. Lo de ver a Manolo es lo de menos, lo sientes por la mariscada, pero sabes que si anulas la cita con el médico, la siguiente te la pueden dar para dentro de cuatro meses y no es cuestión de poner en peligro tu vida. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Hay veces que las coincidencias son dobles o triples: el día que te llama Manolo y tienes cita con el cardiólogo, dan una conferencia en la Fundación Juan March que no te perderías por nada en el mundo, y además es el cumpleaños de tu jefe que te ha rogado que no le falles.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Estas cosas suceden con una frecuencia pasmosa. Iba a poner increíble, pero es más atinado "pasmosa" pues te quedas asombrado, sorprendido y atónito, mientras, SÍ es creíble, ¿cómo no te vas a creer algo que no para de sucederte? Al menos, a mí, me pasa con irritante frecuencia. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Hay dos tipos de coincidencias: las malas y las buenas. En mi caso sólo me ocurren las malas, y son malas, no por las consecuencias que traen, que en general no traen ninguna, sino porque significa que tienes que renunciar a otras opciones. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">A mí me cuesta muchísimo trabajo renunciar a ninguna opción; las quiero todas. Por eso soy tan desordenado. Desordenado a los ojos de los demás, para mí no es desorden, sino incapacidad para renunciar a otras opciones. Tengo mi escritorio lleno de opciones, mi despacho, ni te cuento y si abres mi armario, podrás ver opciones que ya están pasadas de moda. Pero me da igual, ahí se quedan.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Luego están las coincidencias que son de mentirijilla. Por ejemplo, cuando después de meses sin saber nada de tu primo, te llama y lo primero que le dices es: "qué casualidad, precisamente te iba a llamar yo a ti en este momento". Son coincidencias que nadie se cree y aún así mantenemos la esperanza de ser creídos cuando ocurre. Son coincidencias de mentirijillas, inocentes y que no ofenden porque no hay intención de hacer mal. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Las coincidencias buenas... de esas no hemos hablado, y es porque cuando ocurren, no nos damos cuenta de que ocurren, y son las que de verdad, cambian la vida.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: arial; font-size: medium;"><a href="http://www.leonciolopezalvarez.eu/" target="_blank">Leoncio López Álvarez</a></span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-90632497654196119362023-08-12T18:40:00.005+02:002023-08-13T09:50:26.168+02:00Sentirse superado<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"> </span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNcQ6nzpoqKpcF-LDxp7_goguE0-Ne9-uBPBs2ToZjZPnfvQNDKK6X4vhP0o7m9CZ3_p4-uIAuZ-T4XBTLhiIyj-4YfJBOtl2PUnmp5_m19KSSI7bsmZQJAnd7Z5YXQNOyrIVLqdMnjQUD0nBPklgFNJsrmtTsJaXZUWUDIj8vFnIbZjywOp6R1ZrWCIg/s3300/cavilando.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3300" data-original-width="2550" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNcQ6nzpoqKpcF-LDxp7_goguE0-Ne9-uBPBs2ToZjZPnfvQNDKK6X4vhP0o7m9CZ3_p4-uIAuZ-T4XBTLhiIyj-4YfJBOtl2PUnmp5_m19KSSI7bsmZQJAnd7Z5YXQNOyrIVLqdMnjQUD0nBPklgFNJsrmtTsJaXZUWUDIj8vFnIbZjywOp6R1ZrWCIg/w309-h400/cavilando.jpg" width="309" /></a></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial;"><i>L</i></span><i style="font-family: arial;">os acontecimientos siempre nos superan</i><span style="font-family: arial;">. Esta frase siempre me ha parecido inextricable, incluso inescrutable. ¿En qué nos superan los acontecimientos? Ahora que, en teoría estoy de vacaciones, he decidido dedicar el tiempo que haga falta a desentrañar su significado.</span></div></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Pasada una hora de arduas cavilaciones he llegado a vislumbrar el concepto que esconde la frase sin que su articulación sintáctica haya aportado ninguna ayuda. Es que yo, cuando estoy inspirado, las pillo al vuelo sin mayores asistencias que mi intuición. De modo que ya me hago una idea de lo que quiere dar a entender la galimática frase.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Una vez aclarado el sentido he caído en que yo, en estos momentos, estoy superado por los acontecimientos. Vaya putada. Si lo sé no investigo. Pero hay que ser valiente y afrontar la realidad. Eso sí, dado que practico hasta donde el conocimiento me permite, el estoicismo teórico, mi postura se mantiene dentro de la ataraxia exigida por Epicteto.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Os preguntaréis, los más empáticos, en qué he sido superado por los acontecimientos. Pues lo voy a decir sin tapujos: de repente tengo un montón de muebles, lámparas, cuadros y objetos de variados tamaños que me sobran. Estoy rodeado de cosas que ya no caben en mi casa. Llevo casi un mes subiendo a Wallapop sofás (de Natuzzi, una ganga, oiga), mesas, mesillas, arcones, sillones de estilo inglés con acento de Cambridge, calzadoras que también cumplen para descalzarse, piezas únicas de singular belleza en imitación a ébano... un sinfín de cachivaches que lamentablemente me veo obligado a desprenderme de su fiel compañía. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Hasta el día de hoy, los resultados no pueden ser más catastróficos. Nadie se ha interesado por estos chollos. Estoy empezando a pensar que Wallapop es una trampa en la que absolutamente nadie llega a comprar nada. Es imposible que mi mercancía, a unos precios irrisorios, no haya despertado el interés de gente con buen gusto que ama la belleza de objetos que casi son obras de arte.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Mientras tanto, tengo un mobiliario duplicado en el jardín esperando a que las primeras lluvias acaben con su incomprendida existencia. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Es el sacrificio demandado para que yo haya entendido por fin, la frase, L<i>os acontecimientos siempre nos superan.</i></span></p><p style="text-align: justify;"><i><br /></i></p><p style="text-align: right;"><a href="http://www.leonciolopezalvarez.eu/" target="_blank">Leoncio López Álvarez</a></p>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-46840400811221536942023-07-11T20:19:00.004+02:002023-11-05T09:42:56.040+01:00Somos como somos, y cómo somos<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsUvAXiBzTNEb8EwDCuN9mw3L_fsJbrtfg3ysF8gvYiDDBdTMUCBYylM3OV6TQs-G2hWzRQyQRYyw81yimY-GvJG9x7qNlvXl8kJd5KaWQwnodWb2yGjljThQDMcRUOxgIMYLMGpf0tfCGoOU1rgZRQLP67CDOeYoTog_jhB2nUDmeou7oqArYNBH4nrY/s3192/Hombre%20de%20Vitruvio.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2480" data-original-width="3192" height="311" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsUvAXiBzTNEb8EwDCuN9mw3L_fsJbrtfg3ysF8gvYiDDBdTMUCBYylM3OV6TQs-G2hWzRQyQRYyw81yimY-GvJG9x7qNlvXl8kJd5KaWQwnodWb2yGjljThQDMcRUOxgIMYLMGpf0tfCGoOU1rgZRQLP67CDOeYoTog_jhB2nUDmeou7oqArYNBH4nrY/w400-h311/Hombre%20de%20Vitruvio.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Ya sabemos cómo somos los humanos, tan distintos unos de otros. Al menos, todos pensamos que somos únicos, y casi seguro que lo somos. Aunque si esto de las personalidades fuera como lo de los pelos, estaríamos repetidos. Quiero decir que hay muchas personas que tienen exactamente el mismo número de pelos en el cuerpo. Una coincidencia tonta, sí, pero inevitable. Vamos a dejar lo de los pelos, el caso es que cada uno es como es. Pero hay algunos que cómo son...</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">No está bien hablar de uno mismo, pero voy a decir cómo soy yo, porque de eso va la cosa. Soy normal. Punto. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">¿Me conformo con mi normalidad? Pues sí y no. Estaba conforme hasta que el otro día escuché a una señora hablando de alguien que para describirlo dijo: "lo que más me atrae de Manolo es que es un tío auténtico". </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Os va a parecer una tontería, pero Manolo me dio envidia. Eso de poder descartar la posibilidad de ser de mentira, tiene que estar muy bien. Te hace sentir seguro. Supongo que ser auténtico tiene algo que ver con ser sólido. Últimamente hay mucha gente sólida. Hay jugadores de tenis que tienen una solidez reconocida, también políticos, ponentes en conferencias... lo de ser sólido es algo que actualmente le ocurre a muchas personas. También a mí me gustaría ser sólido.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">O legal. Hay personas legales, es decir de curso legal. Que los puedes llevar a una fiesta sin que te detengan, vamos. En cambio, si te pillan con un ilegal, puedes tener problemas, aunque más problemas tiene el ilegal porque probablemente acabe deportado.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Luego están las personas que son como Dios manda. Estas están convencidas de su casi divinidad lo que las sitúa en un plano de superioridad moral que a veces no cae bien.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Pero ninguno me da más envidia que los tíos que son como tienen que ser. Esos son legales, sólidos y auténticos simultáneamente. Hablar de personas que son como tienen que ser, es hablar de personas que han pasado todos los filtros de calidad. Listos para ser distribuidos por el planeta sin temor a ninguna reclamación. Son lo que se espera de ellos. Sin defectos graves, sin extraños comportamientos, sin vicios execrables, ni siquiera laudables. Laudable es el antónimo más molón que he encontrado de execrable, pero me temo que no se puede hablar de vicios laudables. Vicio solo admite categorías negativas, no hay vicios buenos. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Ahora que lo pienso, a mí lo que me gustaría ser, es laudable. Pero, como ya he dicho al principio, soy normal. Qué le vamos a hacer.</span></p><p style="text-align: justify;"><a href="http://www.leonciolopezalvarez.eu/" target="_blank"><br /></a></p><p style="text-align: right;"><a href="http://www.leonciolopezalvarez.eu/" target="_blank">Leoncio López Álvarez</a></p><p><br /></p><p><span style="font-size: medium;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">NOTA: algunos amabilísimos lectores de la Tertulia Perezosa (todos lo son) me han manifestado por privado, sus dudas sobre el hecho planteado de que muchas personas tengan exactamente el mismo número de pelos en el cuerpo. Lo aclaro: La superficie de la piel humana es limitada, unos dos metros cuadrados como media. Dónde más pelos tenemos es en la cabeza, y en el caso de los más afortunados, llegan a 150.000. Pongamos 200.000, para que la envidia sea mayor. Si lo hacemos extensible a todo el cuerpo, el hombre más peludo del mundo (de dar auténtico miedo), tendría, pongamos que ocho millones de pelos. Pues bien, teniendo en cuenta que actualmente estamos vivos 8.000 millones de personas, inevitablemente, tiene que haber coincidencias en el número de pelos poseídos.</span></p>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-40498431160377285862023-05-27T09:28:00.001+02:002023-05-27T09:46:15.266+02:00Jornada de reflexión<p><br /></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwbsukbcpYvh-wUbj4GJ_8FAL6pIUvJbNel7WLbU7rd0bXuxcYW7kFmcMDTsiPze36rVUSYLBvj089sE6IEsEu9lo3L9X4MsgkjIXRFI-8zplEsOsJfJvydOOcQSQTmWRLgaiZhE8CJw1k-iAgxAhfa7gLvRcS6c8qN7EY2XJdh0n5otdx5CeUE1HW/s2545/ostrapensante.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1824" data-original-width="2545" height="286" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwbsukbcpYvh-wUbj4GJ_8FAL6pIUvJbNel7WLbU7rd0bXuxcYW7kFmcMDTsiPze36rVUSYLBvj089sE6IEsEu9lo3L9X4MsgkjIXRFI-8zplEsOsJfJvydOOcQSQTmWRLgaiZhE8CJw1k-iAgxAhfa7gLvRcS6c8qN7EY2XJdh0n5otdx5CeUE1HW/w400-h286/ostrapensante.png" width="400" /></a></div><br /><span style="font-size: large;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Me encantan las ostras, así que el otro día fui a comprar una docena o dos para zampármelas en el aperitivo. Parecen muchas, pero mi voracidad ostril puede con todo. Sin embargo, no pudo ser. El hombre propone y el mercado dispone: no tenían, se habían agotado. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Afronté la situación con entereza y volví a mi casa resignado con mi triste destino.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Lo curioso es que a media tarde empecé a encontrarme fatal, como si algo me hubiera sentado mal en el estómago. Al poco rato ya no quedaba ninguna duda, tenía los típicos retortijones que produce un par de docenas de ostras devoradas con ansia, y debido también, a las condiciones mejorables de alguna de ellas.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Por la noche me encontraba de pena, no voy a detallar los síntomas, pero claramente estaba intoxicado. Este hecho me hizo reflexionar: de la misma forma que se puede pecar de pensamiento, ¿se puede uno intoxicar con unas ostras que no ha llegado a comerse? ¿Es posible el envenenamiento por pensamiento o deseo? </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Seguí reflexionando sobre este suceso, que todo el mundo reconocerá, da para mucho, y me encontré ante un nuevo concepto de posibilidades filosóficas infinitas. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Si se puede pecar de pensamiento, mentir sin decir nada, intoxicarte con unas ostras que ni has visto... también se puede votar defendiendo unos privilegios que jamás has tenido ni tendrás. Puedes sentir afinidades políticas en base a una gran empresa que no posees, un patrimonio que ni sueñas y un capital que ya te gustaría, ya. Puritito deseo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Entonces me acordé de un viejo lema, que por justo y acertado, merece sacar a relucir de vez en cuando: no ataques a quién defiende tus intereses; más bien, apóyalo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Así sea, y si así fuera, todos los partidos políticos tratarían de enamorarnos con lo que piensan hacer para mejorar nuestras vidas, y dejar los conceptos grandiosos para las poesías épicas, los romances y la literatura histórica. Vamos a lo mollar, majo, que dicen en mi pueblo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: arial;">Como curiosidad sociológica, en Estados Unidos la mayoría de los votantes republicanos que </span><span style="font-family: arial;">votaron contra Obama (y el Obamacare, por tanto), </span><span style="font-family: arial;">no disponían de fondos para pagarse un hospital o un médico. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: arial;">Por otro lado, aunque te sobre la pasta para comprarte un hospital para ti solo, ¿tan mal te sienta la solidaridad? ¿Es demasiado esfuerzo pagar impuestos para que los que están en peores circunstancias puedan afrontar una apendicitis sin tener que vender la casa? Si patriotismo es sentir orgullo por pertenecer al colectivo donde has nacido, yo me siento mucho más orgulloso de la sociedad en que vivo, cuando mis conciudadanos se muestran solidarios que cuando sólo van a lo suyo.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">En otras palabras: las ostras invitan a la reflexión. Y hoy toca.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: arial;"><a href="http://www.leonciolopezalvarez.eu/">Leoncio López Álvarez</a></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-32627066365570447492023-05-19T19:51:00.001+02:002023-05-19T19:52:33.132+02:00El meeticom<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDdLNsPzdHEAwL1M8SCOqiQ8I8JnBJYL0qlOj2f-S0GURFXYnjjR-3_apyeZS_N7PvFA_ipwyogZqfvCj79eovmFX7SrnIeVI3J-NLxvql08jVKyn4mSfy9QC6cBtzE5UwVl32vs-DhmNtLUjR20BIOwDq3_NQU21XZLH-dYkSMnYpExU8YUdrfKms/s10819/el%20meeticom%20la%20marquesina.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3544" data-original-width="10819" height="210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDdLNsPzdHEAwL1M8SCOqiQ8I8JnBJYL0qlOj2f-S0GURFXYnjjR-3_apyeZS_N7PvFA_ipwyogZqfvCj79eovmFX7SrnIeVI3J-NLxvql08jVKyn4mSfy9QC6cBtzE5UwVl32vs-DhmNtLUjR20BIOwDq3_NQU21XZLH-dYkSMnYpExU8YUdrfKms/w640-h210/el%20meeticom%20la%20marquesina.jpg" width="640" /></a></span></div><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /> </span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">El año pasado, más o menos por estas fechas, mi amigo Javier Pioz estaba representando con Marisa Cruzado, la obra <i>Yo me bajo en la próxima ¿y usted?</i>, de Adolfo Marsillach. Yo fui a verlos al teatro Amaya (han estado en media España con esa función), lo hicieron muy bien, y todo hubiera quedado ahí, si no fuera porque Javier, el muy insensato, me preguntó, si yo me animaba a escribir una comedia para ellos dos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Mi osadía me hizo contestar, sin dudarlo, que sí. La insensatez de Javier junto con mi osadía ha dado como resultado <i>El meeticom</i>, una comedia, que ya, irremediablemente, se va a estrenar el próximo mes. El estreno va a ser a lo grande, nada menos que en el teatro Amaya, el día 28 de junio. Luego también girará por otros puntos de España. En el teatro Zorrilla de Valladolid, para empezar. La monda, vamos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Hace un año, yo ni me podía imaginar que esto fuera a ocurrir, pero resulta que sí, que ha ocurrido. Ahora entiendo la frase "estar cagado de miedo" que sienten los domadores de tigres, los que practican el salto base, y los que, ya en el colmo de malgastar adrenalina, se dedican al teatro.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Si la cosa sale bien, se repondrá en septiembre. Todo depende de vosotros, del público que asista, pues es la única forma que tiene una función para mantenerse con vida. Si no me queréis ver muerto, comprad todas las localidades que seáis capaces. Hay exactamente 610 butacas, incluyendo las que están detrás de las columnas, mucho más baratas. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Ya sabemos que la buena temporada de teatro acaba justo cuando se va a estrenar <i>El meeticom</i>, pero ¿quién dijo miedo? Quién, a parte de mí, claro, que como ya he dicho, estoy cagado.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Sea como sea, antes de que la inopinada destrucción del planeta llegue a finales de junio, quiero agradecer a Javier y Marisa, la confianza que han puesto en mi obra. Tienen mucho valor, además de una memoria prodigiosa, porque el texto se las trae. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Por cierto, sin ser una comedia musical, que no lo es, en escena van a estar cuatro músicos, y tanto Javier como Marisa, cantarán <i>a su manera</i>. Literalmente, ya los escucharéis.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Espero que a los afortunados que vayáis os guste, y sobre todo, espero que los desafortunados que no hayan podido ir ahora, puedan hacerlo en septiembre.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/VfLsAL_CFqE" width="320" youtube-src-id="VfLsAL_CFqE"></iframe></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: arial;"><a href="http://www.leonciolopezalvarez.eu/" target="_blank">Leoncio López Álvarez</a></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><br /><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span><p></p>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-57706631178653479262023-04-24T10:11:00.001+02:002023-05-27T17:25:22.217+02:00Historias de mucho miedo<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"> </span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoFZBsZ4b5atIXVQ9EHvmpw0tapl-cr0ZSzGBBKMMYY5ALInIPMK726r62xmyIPsHr-vEAScvkp1LozXZntPjKJyH6_cgtIypf3EHJ5uNo144J7UzPgANUHLkOb7BCrxGeYuOMNZKhUbzbk4pUKU0RVi7hfzns5eVDPI8z2q1dUOlKkiNYeGNWAcxz/s3300/espejito.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3300" data-original-width="2550" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhoFZBsZ4b5atIXVQ9EHvmpw0tapl-cr0ZSzGBBKMMYY5ALInIPMK726r62xmyIPsHr-vEAScvkp1LozXZntPjKJyH6_cgtIypf3EHJ5uNo144J7UzPgANUHLkOb7BCrxGeYuOMNZKhUbzbk4pUKU0RVi7hfzns5eVDPI8z2q1dUOlKkiNYeGNWAcxz/w309-h400/espejito.jpg" width="309" /></a></div><span style="font-family: arial; font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Black Mirror es una serie que busca la inspiración para sus episodios en el lado oscuro de los avances tecnológicos. Plantea posibles distopías en un mundo dominado por una tecnología de la que aún no nos hemos percatado de hasta qué punto puede propiciar historias para no dormir. </div></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Historias para no dormir, era una serie mítica en los años setenta que tiene mucho que ver con Black Mirror. De hecho, se puede decir que Black Mirror es la versión 4.0 de la serie de Chicho Ibañez Serrador. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Ahora no salen relatos de Alan Poe, ni historias como <i>El asfalto</i> o <i>La cabina</i>, pero aparecen otros que se dirigen a la misma zona del cerebro del espectador con el fin de despertar en él el terror.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Pero una gran diferencia separa a las dos series televisivas: yo nunca me he sentido como personaje posible de <i>El tonel</i> o <i>El cuervo,</i> por ejemplo, sin embargo, sí veo más que posible que sea uno de los que aparecen en Black Mirror. Quién sabe, quizá ya lo haya sido sin darme cuenta. Mejor dicho, ya lo soy.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Dentro del universo infinito de aplicaciones para nuestros teléfonos inteligentes, que eso ya de por sí es terrorífico, hay una que exige que hagas cosas. De momento, tú puedes desobedecer, pero quizá en la siguiente actualización no tengas más opción que hacer caso.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Se trata de una App para hacer ejercicio. Tú pones tus objetivos, introduces datos de tu cuerpo serrano, y a continuación el algoritmo de turno, todo son algoritmos de turno, te marca una pauta. Ay de ti si no la sigues escrupulosamente todos los días. Se enfada. Te manda mensajes reclamándote las calorías que ese día no has consumido. Es como un prestamista mafioso, que te persigue hasta que o le pagas lo que le debes, o empieza por cortarte un dedo. Luego ya veremos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Yo, por aquello de cuidar mi pedazo de cuerpo, me dije: por mirar de qué va esta aplicación tan preocupada por mi salud, no pierdo nada. ¡Ja! Ahora tengo pesadillas. Por supuesto no hago ni remotamente lo que me dicta y ahí está la parte terrible. Lo que empezó como una ligera regañina, ha seguido con mensajes que me ponen los pelos de gallina. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Por supuesto eliminé la aplicación de mi móvil, pero, no os lo vais a creer, regularmente recibo emails en mi dirección de correo que juraría que jamás di, en tono amenazante. Me pregunta por qué me he dado de baja, ¿acaso quiero morir de un infarto? Los riesgos de accidentes cardiovasculares están a la orden del día, me dice, y si no tomo las medidas oportunas yo puedo ser la siguiente víctima. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Joder, así no hay quién viva tranquilo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Naturalmente he bloqueado todo lo que venga de esa aplicación clasificándolo como spam, pero por si acaso, todos los días me hago doce series de veinte flexiones cada una. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">La verdad es que me estoy poniendo como un toro. Pero da miedo.</span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: right;"><a href="http://www.leonciolopezalvarez.eu/" target="_blank">Leoncio López Álvarez</a></p>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-49216758710601512112023-03-20T09:39:00.001+01:002023-03-20T09:39:14.304+01:00Efecto mariposa<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlrI-gDBaPdOj8M9jpi2l-0uG-NamM0Ez3Jy77fJUC6RZNILGU7RXVvMzEAwSExbWe7ACfCXrQ8aOESioh0TMlpHA3aEH71DFzPzYo6YJ28H3nlFQ9VjnB-dxnVrZae1zGcFiZde3THfrD8PhpGbJot2rwPhEhIroy1mnfa0dzqF5jBRPhk3e83bXx/s3300/capullo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3300" data-original-width="2550" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlrI-gDBaPdOj8M9jpi2l-0uG-NamM0Ez3Jy77fJUC6RZNILGU7RXVvMzEAwSExbWe7ACfCXrQ8aOESioh0TMlpHA3aEH71DFzPzYo6YJ28H3nlFQ9VjnB-dxnVrZae1zGcFiZde3THfrD8PhpGbJot2rwPhEhIroy1mnfa0dzqF5jBRPhk3e83bXx/w387-h400/capullo.jpg" width="387" /></a></div><span style="font-family: arial; font-size: large;"><div style="text-align: justify;">Si alguien tiene alguna duda de que el hombre es un animal social, es porque no ha enfocado bien la proposición. Yo tampoco. Hasta ahora, que me he dado cuenta de lo que realmente significa eso de ser un animal social.</div></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">No tiene nada que ver con los hábitos que tenemos por separado, ya que, efectivamente, hay personas que son tan sociales como las almejas, sino con las consecuencias de vivir en sociedad. Con esto de <i>vivir en sociedad</i>, ya está todo explicado. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Bueno todo no. Hay que aclarar que lo que sufrimos o disfrutamos individualmente es debido, no a lo que hace la sociedad en conjunto, que pudiera parecer, sino a lo que hace una persona en concreto. Una entre ocho mil millones, que se dice pronto. Quizá, no hay un único responsable, pueden ser media docena o pocos mas, pero es terrible pensar que sus acciones van a repercutir en la vida de la totalidad del planeta. Vale, me gusta exagerar, sólo en la vida de casi la totalidad del planeta.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">¿Que un genio inventa la penicilina (o descubre)? pues gracias a su trabajo salimos todos ganando a la hora de enfrentarnos con las bacterias. De repente, un tipo al que nadie conoce, y nadie sabe su nombre, inventa una chorrada tan grande como es el sextante, y la navegación, con todo lo que conlleva, se convierte en otra cosa. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">De la misma forma que todos nos aprovechamos de lo que hacen los genios, también todos sufrimos las penalidades derivadas de las acciones de gente perversa y también pagamos los estropicios provocados por las cagadas de un puñado de capullos, esas también las sufrimos todos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Según he leído, desde 1870 ha habido 14 grandes recesiones mundiales. Todas, las catorce, han sido provocadas por pandemias, guerras o crisis bancarias. En los últimos cinco años, hemos tenido una pandemia, luego una guerra que destaca sobre las demás por su alcance económico mundial, y para rematar la jugada, ahora también una crisis bancaria. La pandemia, no está claro su origen, la guerra, sí está claro quién la ha empezado, y la crisis bancaria, sabemos que se inició por el hundimiento del SVB consecuencia de la torpeza de quienes lo dirigían. La que han organizado, virgen santa.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">No voy a entrar en los detalles técnicos que han intervenido en la errada toma de decisiones de un grupo de engominados ejecutivos, porque tendría que copiar y pegar lo que he leído sobre el asunto, ya que no tengo la suficiente ciencia como para aportar algo que no se haya dicho ya por sesudos analistas financieros, pero tampoco es necesario. A dónde quiero llegar no tiene nada que ver con la economía ni con las finanzas, esto es simplemente un ejemplo, lo que pretendo es poner de manifiesto lo increíblemente vulnerable que es el orden mundial. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">No es necesario organizar un ejercito para atacarlo, basta un grupo de ceporros, completamente desconocidos, que por ambición o por torpeza, hacen mal las cuentas y con su equivocación arrastran al avismo a dos o tres continentes. O cuatro. Quizá los cinco.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Esto es lo que significa que el hombre es un animal social. No es otra cosa.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: right;"><a href="http://www.leonciolopezalvarez.eu/" target="_blank">Leoncio López Álvarez</a></p><p style="text-align: right;"><br /></p><p style="text-align: right;"><br /></p><p style="text-align: right;"><br /></p><p style="text-align: right;"><br /></p><p style="text-align: right;"><br /></p><p style="text-align: right;"><br /></p><p style="text-align: right;"><br /></p><p style="text-align: right;"><br /></p><p style="text-align: right;"><br /></p><p style="text-align: right;"><br /></p><p style="text-align: right;"><br /></p>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-25342501430027758372023-03-16T20:53:00.003+01:002023-05-27T17:45:10.567+02:00Procrastinator's fashion<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNML-cVgLg2B2FEmWDMFE1UrzuQ3XnzaM_niR4_hDt6aR_mD8LrUKxeyIDlbHoj6r5xGZcW0me9iQLNmS3FyI8HPOeEt_QRcb9J94IqYgnzcuiIeBL3ov6m8cNMBP7r-ahIqDVK7AuKz5tQWwl1fiX0qq2Vk24MdYXhwdzLatis_YTlqE3zyZpgXoC/s2809/procrastinator.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2480" data-original-width="2809" height="354" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNML-cVgLg2B2FEmWDMFE1UrzuQ3XnzaM_niR4_hDt6aR_mD8LrUKxeyIDlbHoj6r5xGZcW0me9iQLNmS3FyI8HPOeEt_QRcb9J94IqYgnzcuiIeBL3ov6m8cNMBP7r-ahIqDVK7AuKz5tQWwl1fiX0qq2Vk24MdYXhwdzLatis_YTlqE3zyZpgXoC/w400-h354/procrastinator.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">En estadística, ciencia que debería estudiarse en cualquier carrera universitaria (incluso las nociones básicas, en el colegio), la <i>moda</i>, es el valor que aparece con mayor frecuencia en un conjunto de datos. La moda afecta, por tanto, a TODO, ya que cualquier cosa que se nos ocurra es un conjunto de datos.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Por ejemplo, en el lenguaje hablado, hay expresiones que cobran un repentino ímpetu, y todo el mundo empieza a usarlas aunque no venga demasiado a cuento. Casi siempre es culpa de los políticos, que encuentran en la expresión de moda un práctico comodín para emplear como muletilla en sus intervenciones. Por ejemplo: "como no podía ser de otra manera", expresión sintética de lo obvio, de todo aquello que no merece esfuerzo en aclarar. Dado que siempre tienen que estar aclarando cosas, es lógico que esta expresión pase a ser la más llevada en sus discursos. No hay temporada, otoño, invierno primavera, que no haga furor en parlamentos y ruedas de prensa. En verano se lleva menos, porque están de vacaciones.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">No voy a poner más ejemplos, pues tengo que confesar, que no me gustan las expresiones que se ponen de moda, y no quiero contribuir a su difusión.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">También ocurre con las palabras; cuando menos te lo esperas, sale una que hasta hace nada, nadie usaba, y de repente está en boca de todo el mundo. Ejemplo: resiliencia. Otro ejemplo de hace más tiempo: procrastinación.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Qué sería de nosotros, los vagos de toda la vida, si no pudiéramos referirnos a nuestra condición con esa elegantísma palabra. Nos duele reconocer nuestra vaguería (a mí no) pero nos enorgullece hablar de nuestra procrastinación. Hasta los más afanados en sus tareas, de vez en cuando presumen de ser procrastinadores sin serlo. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Hoy, aunque parezca mentira porque es evidente que estoy haciendo algo (escribir esto), me siento particularmente procrastinador y pensando en mi irrenunciable condición, he llegado a la conclusión de que en este caso, he conseguido elevar la procrastinación a la categoría de arte. Me he visto arrellanado en mi sillón, con las piernas encima del cajón gitano, un par de revistas tiradas en el suelo y un libro sobre el regazo, y me he dicho: caramba, qué hermosa estampa haces, Tito. Me he gustado, qué caramba.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Se me ha ocurrido entonces, que es una pena desperdiciar esta imagen, dejarla pasar sin que tenga difusión; es algo que todo el mundo con cierta sensibilidad artística, aquellos que buscan una experiencia estética, deberían contemplar. Creo que voy a permitir que quién quiera, venga a verme. Pagando una entrada, obviamente.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Se ruega llamar antes.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: right;"><span style="font-family: arial;"><a href="http://www.leonciolopezalvarez.eu/" target="_blank">Leoncio López Ávarez</a></span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-44998715609884715442023-03-05T10:44:00.002+01:002023-03-05T10:50:59.357+01:00Aplastar la demanda.<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2xeHv-RiHCuna8XOED0qo5AuCzT-5s3KzYX9lzgdfE0ZjsYn1biy3Too6j6x0EQLwMG7jbROt87M2baInIdcBK50X2feWEOjbRfOfPblivD1Z7CmXhV0KFyb4n6z65JxUuj1efxFODLp0Qe0yZ7uNsYYhgYi4l_8GWi8d27KUI_jehHEneXq1rFID/s835/devil.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="423" data-original-width="835" height="203" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg2xeHv-RiHCuna8XOED0qo5AuCzT-5s3KzYX9lzgdfE0ZjsYn1biy3Too6j6x0EQLwMG7jbROt87M2baInIdcBK50X2feWEOjbRfOfPblivD1Z7CmXhV0KFyb4n6z65JxUuj1efxFODLp0Qe0yZ7uNsYYhgYi4l_8GWi8d27KUI_jehHEneXq1rFID/w400-h203/devil.jpg" width="400" /></a></div><br /> <p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: arial;">Estoy leyendo </span><i style="font-family: arial;">Algo ha pasado, </i><span style="font-family: arial;">de Joseph Heller, el genial autor de <i>Trampa 22</i>, y me he acordado, inevitablemente, de John Yossarian, el protagonista de aquella divertida novela, que como recordaréis, estaba obsesionado con que todo el mundo quería matarlo. Tenía razón, pues pilotaba un avión de combate en el frente italiano, y lógicamente, los italianos deseaban derribarlo. De la misma forma, yo tengo la sensación de que todo el mundo, TODOS, no solo los italianos, tratan de venderme algo. Continuamente. Desde que me despierto hasta que cierro los ojos.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Hace tiempo decidí cambiar el molesto zumbido del despertador por una radio programable, pero la cagué. Ahora es peor. Las siete y media, mi hora de levantarme, coincide con un bloque de anuncios que dura diez minutos; esa es mi forma de saludar al nuevo día, atosigado por mensajes de la Agencia Negociadora del Alquiler, Murprotec y una central de alarmas que odio profundamente, tanto que no he retenido su nombre.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Luego sigue, los anuncios van a estar presentes durante todo el día, pero eso es lo menos molesto. Lo malo es abrir el correo y estar media hora desechando <i>emails</i> que también tratan de venderme algo. Mensajes de Linkedin con los mismos propósitos, y conversaciones privadas de Face Book ofreciéndome desde un coche a un crédito con unas condiciones asombrosas. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Todo el mundo quiere vender algo a todo el mundo. ¿No era mejor cuándo nuestra única obsesión era recolectar gramineas, y si podíamos, cazar alguna presa moribunda? (lo de los peligrosísimos mamuts, yo creo que es leyenda) ¿Dónde está el gran avance de la humanidad?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Nuestra vida está basada en las ventas, pero las ventas a veces destruyen nuestra vida. Ahora estamos en plena inflación y reducirla implica aplastar la demanda para hacer frente a una oferta limitada, pero esta maniobra se contradice con lo que yo veo todos los días, que es a todo el mundo animándome a que consuma más.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">¿Qué hago? ¿Consumo más o aplasto la demanda? </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Aviso de que yo solo no voy a ser capaz de detener la inflación, aún así, aplastaré, en la medida de mis posibilidades, la demanda.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times;">Nota post scriptum: a los que no estén de acuerdo conmigo, les animo a que compren <i>Quantum</i>, mi última novela. Basta con pinchar en el enlace, arriba a la derecha.</span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: right;"><a href="http://www.leonciolopezalvarez.eu/" target="_blank">Leoncio López Álvarez</a></p>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-48982615817341119952023-02-17T17:51:00.004+01:002023-02-17T20:27:44.011+01:00Amigos desconocidos<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtM79Hdp0l5uVJpgLekTdp4e3WxLlxkO8yi7ylEjbYlvVwbOdFy1X-rUeJHGEBFqTaiNqVlE-Sf_H7Q51JM_n7sTN6w8XnaD9NsQfAW_l5iBRCywDuasgxmJ0ScS08ZeMUKFyeY3kFXaPFYGPVDYxpx_-m-CxSIoOPv9nBWeJYGm3LQaO8lAR9rdih/s3509/desconcidos.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2063" data-original-width="3509" height="235" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtM79Hdp0l5uVJpgLekTdp4e3WxLlxkO8yi7ylEjbYlvVwbOdFy1X-rUeJHGEBFqTaiNqVlE-Sf_H7Q51JM_n7sTN6w8XnaD9NsQfAW_l5iBRCywDuasgxmJ0ScS08ZeMUKFyeY3kFXaPFYGPVDYxpx_-m-CxSIoOPv9nBWeJYGm3LQaO8lAR9rdih/w400-h235/desconcidos.jpg" width="400" /></a></div><span style="font-size: large;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">¿Nunca habéis tenido la sensación de encontraros en un sitio totalmente desconocido? Es terrible, y mucho más terrible si hasta unos minutos antes estabas rodeado de familiares, amigos, conocidos, gente maja en general que te hacían sentirte cómodo. Tan solo, muy ocasionalmente, te encontrabas con alguien que no tenía nada que ver contigo.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">De repente, pasas a no reconocer a nadie. Todos son gente extraña, algunos, la mayoría, pesadísimos, insistentes, contando sus historias que maldito lo que te interesan. Otros te sueltan frases lapidarias, sentencias dictadas por quien se cree la mar de listo. También hay frases de autoayuda, de saludo al nuevo día o al feliz domingo que empieza, y otras de una simpleza extrema con un mensaje religioso que dan ganas de contestar, pero no lo haces por respeto. Un respeto a la estupidez, sí, pero respeto.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Pues en esto se ha convertido, al menos, yo lo noto así, Face Book. El noventa por ciento de lo que veo proviene de gente que no conozco. Gente aburrida y muy poco interesante. Algo falla en el algoritmo que rige todo y a todos nos gobierna.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">No sé si os pasa a vosotros, pero yo echo de menos a los amigos con los que solía interactuar antes, muchos eran amigos virtuales a los que jamás había visto en persona, pero eran tipos estupendos con los que compartía muchas cosas, con los que me sentía identificado y, sobre todo, muy a gusto.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"> ¿Qué ha sido de ellos? ¿Y de dónde ha venido la horda que los ha reemplazado? ¿Dónde me he metido?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Pues no lo sé, pero como esto siga así, me voy a salir.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-7220654872226546912023-02-10T13:59:00.008+01:002023-02-11T09:47:02.416+01:00Ha sido libro<p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQ-3cjbaZv_oJo4Nz_vjfYMCVEnMtxJB1lDeMI8eHjAUnItwB1w8UcBiFxG9rjqw7wYgaKfgWOrA1u2ihdDRS05R1x80WhFjlFCo5dWiJxm3EbHhYzpMhw82qk15pMTIHStRSXrjlPwhb6bK5qFeFz_tIjYFSDnyfFQNJwTBboqwSUsdFpsODiKSSC/s1024/cajacon%20libros.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="1024" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQ-3cjbaZv_oJo4Nz_vjfYMCVEnMtxJB1lDeMI8eHjAUnItwB1w8UcBiFxG9rjqw7wYgaKfgWOrA1u2ihdDRS05R1x80WhFjlFCo5dWiJxm3EbHhYzpMhw82qk15pMTIHStRSXrjlPwhb6bK5qFeFz_tIjYFSDnyfFQNJwTBboqwSUsdFpsODiKSSC/w400-h300/cajacon%20libros.jpg" width="400" /></a></div><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Ya ha visto la luz. Esta mañana ha abierto sus paginas por primera vez al mundo. Se trata de una hermosa novela que nada más nacer ya tiene 225 páginas (y que no se le ocurra tener ni una más). Su cara es... qué va a decir su padre, orgulloso y feliz de tener un miembro más en la familia. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: arial;">Se va a llamar, bueno, ya se llama, Quantum. El nombre puede resultar un tanto enigmático, pues, ¿qué es quantum?</span><span style="font-family: arial;"> Pues... quantum es quantum. No os asustéis, no es necesario tener ni la menor idea de mecánica cuántica para disfrutar de la historia que se cuenta.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: arial;">El bautizo de la criatura, tendrá lugar el miércoles 22 de febrero en </span><span style="text-align: left;"><span style="font-family: arial;">Padre Damián 37 a las 7 de la tarde en un lugar que se llama <i>La Villana</i>, un sitio que, por el nombre, parece más indicado para el vicio que para la literatura, pero quién dijo que sean excluyentes. </span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: left;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">La impaciencia es una cualidad que admiro profundamente, por eso, el libro ya está a la venta para quién no pueda esperar ni un minuto más. Basta con pinchar en el siguiente enlace para hacer que brillen los ojos de Marga y Lupe, mis encantadoras editoras, y que los míos se nublen por la emoción.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: center;"><a href="https://editorialmaluma.com/producto/quantum/" target="_blank"><span style="font-family: arial; font-size: large;">quiero comprar Quantum</span></a></p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;">GRACIAS A TODOS LOS QUE LEÁIS EL LIBRO, INCLUSO A LOS QUE NO LO LEÁIS, PERO LO COMPRÉIS.</p><p style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">(también está en Amazon , FNAC y próximamente en El Corte Inglés)</span></p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"><br /></p><p style="text-align: center;"><br /></p>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-57231232177447150502023-02-02T11:03:00.003+01:002023-02-02T11:04:47.060+01:00<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyIt3JiSL5QQjSSa37gDBdWzO7nG5hqDVpp6nqmkBoidE_GkUWWfSaTtbJdz4hm_Jhx__wKwVrRX16REEjgXT2cSn92Ft4PdXfB_5iOf79dewPN6vfKM08lqBfN_O5cGzitm9AtfKTvMUcSHgxG_i9ie-PRCfuieWF5GNMLNPue6U2fnNbQix48J19/s2624/portada.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2624" data-original-width="1688" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhyIt3JiSL5QQjSSa37gDBdWzO7nG5hqDVpp6nqmkBoidE_GkUWWfSaTtbJdz4hm_Jhx__wKwVrRX16REEjgXT2cSn92Ft4PdXfB_5iOf79dewPN6vfKM08lqBfN_O5cGzitm9AtfKTvMUcSHgxG_i9ie-PRCfuieWF5GNMLNPue6U2fnNbQix48J19/w412-h640/portada.jpg" width="412" /></a></div><br /> <p></p>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-28765156739277912972023-01-01T23:30:00.008+01:002023-01-03T10:12:04.489+01:00Feliz año usado<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"> </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9L5dwa8dAr0h2mT1Vp4A1ThN1Y9q2R8F5uKe7gfuxpJ3ApzkPJXKgqykya6mTvMCrx5vI5dAehVKer45OtwIc0WyrGvUas_q8dK4AJMHFCky7sqQf9B8su13zgyTdWtbKOKiJIltJVTbx1XQKb5Z-4FmlhKTZGEmL_iNGg3YbDE7WSc63hDWMhk2V/s647/Captura%20de%20pantalla%202023-01-01%20a%20las%2023.24.14.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="219" data-original-width="647" height="135" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9L5dwa8dAr0h2mT1Vp4A1ThN1Y9q2R8F5uKe7gfuxpJ3ApzkPJXKgqykya6mTvMCrx5vI5dAehVKer45OtwIc0WyrGvUas_q8dK4AJMHFCky7sqQf9B8su13zgyTdWtbKOKiJIltJVTbx1XQKb5Z-4FmlhKTZGEmL_iNGg3YbDE7WSc63hDWMhk2V/w400-h135/Captura%20de%20pantalla%202023-01-01%20a%20las%2023.24.14.png" width="400" /></a></span></div><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></span></p><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /><div style="text-align: justify;">Según dicen, el año que acaba de empezar va a ser peor que su predecesor, es decir, va a ser una mierda de año. Entonces, visto como va a ser el próximo, es mejor desear feliz año usado que feliz año nuevo. </div></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: arial;">Yo os deseo a todos un feliz 2016. Así, al azar, he cogido el 2016 como podía haber elegido el 2018, ya que cualquiera fue mejor que el que será. Si lo hubiera pensado, os hubiera deseado un feliz 2008. En ese año se descubrió la reprogramación celular, que según la revista Science es uno de los descubrimientos más importantes del S XXI. Y no estamos hablando de cualquier siglo, el que vivimos es </span><span style="font-family: arial;">el más fructífero en cuanto a avances tecnológicos se refiere desde que </span><span style="font-family: arial;">existe</span><span style="font-family: arial;"> la humanidad</span><span style="font-family: arial;">. Será conocido como el inicio de la Edad de la información, gracias a la digitalización de todo lo que se mueve. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Antes, las edades se referían a los materiales que marcaron un importante avance para la humanidad: Edad de Piedra, Edad de Bronce, Edad de Hierro y Edad de Plástico, sin embargo ahora la denominación va a cambiar por algo menos tangible y más conceptual. Dejamos la materia pare entrar en las ideas. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">La Edad de la Información es tanto como decir, la Edad de la información que nos quieren dar. Quien controla la información, tiene el poder, y el poder es lo que siempre se ha buscado, con la piedra, con el bronce, con el hierro y con el plástico. Lo de ahora va a ser definitivo, es mucho más efectiva la información que cualquiera de los materiales que hemos utilizado hasta ahora para controlar a los demás.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Lo curioso, es que el poder de la información, no sólo radica en controlarla, también en recibirla. Los que no tengan acceso a la información, aunque se trate de una información falsa y manipulada, llevan las de perder. Es como antes, solo que antes, cuando hablábamos de información, asumíamos que era verídica, que correspondía a la verdad. Ahora no. Ahora, cuando hablamos de información, asumimos que puede ser cierta, o no, y casi siempre es no. En cualquier caso, aún con la sospecha de que se trata de una manipulación, todos los días nos informamos de lo que pasa. O de lo que nos dicen que pasa.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: arial;">Sí, el próximo año 2023, va a ser una mierda, pero no importa, tenemos que conseguir que nos parezca un año excelente. Basta con que nos digamos unos a otros que va a ser estupendo. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: arial;">Así que: demos la bienvenida al próspero y venturoso año 2023.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-50466341355584335112022-12-26T19:19:00.003+01:002022-12-26T19:25:30.677+01:00El cuento que no he escrito yo<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgf9qcQhfZCYRqRLQEADOH8CCfhHbWGtqQTrT1hDuUnY6_8XgC37XNE8Xz2QWTfrT33ruY9qiiW1GwVQWdohaHo240R2u6C1KnJ4V1kfJwc2Qfn-uiriVyQCucFyMPfgKOt5ZcL5le7XEjknH2cR5fkIBEj42BSwshsvURDtM9QzDdcUPz7HV8IaXQh/s3300/ROBOT%20ESCRITOR.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3300" data-original-width="2550" height="414" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgf9qcQhfZCYRqRLQEADOH8CCfhHbWGtqQTrT1hDuUnY6_8XgC37XNE8Xz2QWTfrT33ruY9qiiW1GwVQWdohaHo240R2u6C1KnJ4V1kfJwc2Qfn-uiriVyQCucFyMPfgKOt5ZcL5le7XEjknH2cR5fkIBEj42BSwshsvURDtM9QzDdcUPz7HV8IaXQh/w387-h414/ROBOT%20ESCRITOR.jpg" width="387" /></a></span></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">El año pasado dije que ya no volvería a escribir más cuentos de Navidad y cumplí mi palabra, no lo escribí. Este año, siguiendo mi promesa, tampoco lo he hecho. Doy por terminada, de forma definitiva, la costumbre de escribir un cuento navideño que inicié en el año 2000. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Sin embargo, este año, alguien o algo, ha escrito el cuento por mí. Por curiosidad, le he pedido a un programa de inteligencia artificial que escriba un cuento navideño, y lo ha hecho en treinta segundos. Todo lo que yo le he indicado es que fuera corto y que los protagonistas del cuento fueran dos personas enfrentadas, dos enemigos de toda la vida. Esa ha sido toda mi aportación.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Os paso a continuación el resultado. No he cambiado ni una coma, lo transcribo tal cual lo ha escrito el programa.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Espero que os guste como si lo hubiera escrito yo mismo, que sé que me tenéis un razonable y merecido cariño.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><br /></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;"><i>(NO TIENE TÍTULO)</i></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: rgba(59,130,246,0.5); --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 transparent; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 transparent; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 transparent; --tw-shadow: 0 0 transparent; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: #f7f7f8; border: 0px solid rgb(217, 217, 227); box-sizing: border-box; color: #374151; font-family: Söhne, ui-sans-serif, system-ui, -apple-system, "Segoe UI", Roboto, Ubuntu, Cantarell, "Noto Sans", sans-serif, "Helvetica Neue", Arial, "Apple Color Emoji", "Segoe UI Emoji", "Segoe UI Symbol", "Noto Color Emoji"; font-size: 16px; margin: 0px 0px 1.25em; white-space: pre-wrap;"><i>Era Navidad en plena guerra y dos soldados enemigos, uno de ellos llamado Juan y el otro llamado Pedro, se encontraban en la trinchera enfrente de cada uno. A pesar de estar en medio de una batalla, ambos sentían la magia del espíritu navideño y se preguntaban cómo sería celebrar la Navidad en sus hogares lejanos.</i></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: rgba(59,130,246,0.5); --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 transparent; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 transparent; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 transparent; --tw-shadow: 0 0 transparent; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: #f7f7f8; border: 0px solid rgb(217, 217, 227); box-sizing: border-box; color: #374151; font-family: Söhne, ui-sans-serif, system-ui, -apple-system, "Segoe UI", Roboto, Ubuntu, Cantarell, "Noto Sans", sans-serif, "Helvetica Neue", Arial, "Apple Color Emoji", "Segoe UI Emoji", "Segoe UI Symbol", "Noto Color Emoji"; font-size: 16px; margin: 1.25em 0px; white-space: pre-wrap;"><i>De repente, una granada cayó cerca de ellos y ambos soldados comenzaron a correr en direcciones opuestas. Cuando se detuvieron a tomar aliento, se encontraron cara a cara en un claro en medio del bosque. Sin pensarlo dos veces, sacaron sus armas y se prepararon para el combate.</i></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: rgba(59,130,246,0.5); --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 transparent; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 transparent; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 transparent; --tw-shadow: 0 0 transparent; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: #f7f7f8; border: 0px solid rgb(217, 217, 227); box-sizing: border-box; color: #374151; font-family: Söhne, ui-sans-serif, system-ui, -apple-system, "Segoe UI", Roboto, Ubuntu, Cantarell, "Noto Sans", sans-serif, "Helvetica Neue", Arial, "Apple Color Emoji", "Segoe UI Emoji", "Segoe UI Symbol", "Noto Color Emoji"; font-size: 16px; margin: 1.25em 0px; white-space: pre-wrap;"><i>Pero entonces, algo extraño sucedió. Juan comenzó a tararear una canción navideña y Pedro se unió a él. A pesar de ser enemigos, se dieron cuenta de que tenían más cosas en común de lo que habían pensado. Después de cantar juntos durante un rato, ambos soldados decidieron llamar un alto al fuego por un día y celebrar juntos la Navidad.</i></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: rgba(59,130,246,0.5); --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 transparent; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 transparent; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 transparent; --tw-shadow: 0 0 transparent; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: #f7f7f8; border: 0px solid rgb(217, 217, 227); box-sizing: border-box; color: #374151; font-family: Söhne, ui-sans-serif, system-ui, -apple-system, "Segoe UI", Roboto, Ubuntu, Cantarell, "Noto Sans", sans-serif, "Helvetica Neue", Arial, "Apple Color Emoji", "Segoe UI Emoji", "Segoe UI Symbol", "Noto Color Emoji"; font-size: 16px; margin: 1.25em 0px; white-space: pre-wrap;"><i>Juan y Pedro encontraron un árbol de Navidad cerca y lo decoraron con lo que encontraron en el bosque. Luego, compartieron una pequeña cena y se contaron historias sobre sus hogares y familias. Al final de la noche, se dieron la mano y se desearon felices fiestas.</i></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: rgba(59,130,246,0.5); --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 transparent; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 transparent; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 transparent; --tw-shadow: 0 0 transparent; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: #f7f7f8; border: 0px solid rgb(217, 217, 227); box-sizing: border-box; color: #374151; font-family: Söhne, ui-sans-serif, system-ui, -apple-system, "Segoe UI", Roboto, Ubuntu, Cantarell, "Noto Sans", sans-serif, "Helvetica Neue", Arial, "Apple Color Emoji", "Segoe UI Emoji", "Segoe UI Symbol", "Noto Color Emoji"; font-size: 16px; margin: 1.25em 0px 0px; white-space: pre-wrap;"><i>A la mañana siguiente, ambos soldados regresaron a la guerra, pero la experiencia que compartieron juntos durante la Navidad nunca se les olvidaría. A pesar de las diferencias que los separaban, se dieron cuenta de que todos tenemos más en común de lo que pensamos y que la Navidad es una oportunidad para unirnos y celebrar la paz y el amor.</i></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: rgba(59,130,246,0.5); --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 transparent; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 transparent; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 transparent; --tw-shadow: 0 0 transparent; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: #f7f7f8; border: 0px solid rgb(217, 217, 227); box-sizing: border-box; color: #374151; font-family: Söhne, ui-sans-serif, system-ui, -apple-system, "Segoe UI", Roboto, Ubuntu, Cantarell, "Noto Sans", sans-serif, "Helvetica Neue", Arial, "Apple Color Emoji", "Segoe UI Emoji", "Segoe UI Symbol", "Noto Color Emoji"; margin: 1.25em 0px 0px; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;"><br /></span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: rgba(59,130,246,0.5); --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 transparent; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 transparent; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 transparent; --tw-shadow: 0 0 transparent; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: #f7f7f8; border: 0px solid rgb(217, 217, 227); box-sizing: border-box; color: #374151; font-family: Söhne, ui-sans-serif, system-ui, -apple-system, "Segoe UI", Roboto, Ubuntu, Cantarell, "Noto Sans", sans-serif, "Helvetica Neue", Arial, "Apple Color Emoji", "Segoe UI Emoji", "Segoe UI Symbol", "Noto Color Emoji"; margin: 1.25em 0px 0px; white-space: pre-wrap;"><span style="font-size: large;">Vale, no es gran cosa, pero ¿quién escribiría algo así en treinta segundos. Da un poquito de miedo, y esto, en conjunto, es mi cuento de Navidad, un cuento de terror.</span></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: rgba(59,130,246,0.5); --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 transparent; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 transparent; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 transparent; --tw-shadow: 0 0 transparent; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: #f7f7f8; border: 0px solid rgb(217, 217, 227); box-sizing: border-box; color: #374151; font-family: Söhne, ui-sans-serif, system-ui, -apple-system, "Segoe UI", Roboto, Ubuntu, Cantarell, "Noto Sans", sans-serif, "Helvetica Neue", Arial, "Apple Color Emoji", "Segoe UI Emoji", "Segoe UI Symbol", "Noto Color Emoji"; font-size: 16px; margin: 1.25em 0px 0px; white-space: pre-wrap;"><br /></p><p style="--tw-border-spacing-x: 0; --tw-border-spacing-y: 0; --tw-ring-color: rgba(59,130,246,0.5); --tw-ring-offset-color: #fff; --tw-ring-offset-shadow: 0 0 transparent; --tw-ring-offset-width: 0px; --tw-ring-shadow: 0 0 transparent; --tw-rotate: 0; --tw-scale-x: 1; --tw-scale-y: 1; --tw-scroll-snap-strictness: proximity; --tw-shadow-colored: 0 0 transparent; --tw-shadow: 0 0 transparent; --tw-skew-x: 0; --tw-skew-y: 0; --tw-translate-x: 0; --tw-translate-y: 0; background-color: #f7f7f8; border: 0px solid rgb(217, 217, 227); box-sizing: border-box; color: #374151; font-family: Söhne, ui-sans-serif, system-ui, -apple-system, "Segoe UI", Roboto, Ubuntu, Cantarell, "Noto Sans", sans-serif, "Helvetica Neue", Arial, "Apple Color Emoji", "Segoe UI Emoji", "Segoe UI Symbol", "Noto Color Emoji"; font-size: 16px; margin: 1.25em 0px 0px; white-space: pre-wrap;"><br /></p>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3228883766073600062.post-47207103648162191132022-12-17T15:54:00.001+01:002022-12-17T15:59:29.064+01:00Mi propósito para el nuevo año<p><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzuzy7HvOlBxgL6DPjiP6jTAUIe-6t_pQiXMqVIBSXz9tvEx2fjaS_aLOVefVQNRaPXj6CaFiqCPUtdvhSGyX9fqxwctCX3NnniWrkSnDB_IR0vvhm2E9wvugiljyXzeBbLIxko8r3qh4kCg372-7SLigAJWpwc5Gs2-oZu-8vOjc-E0-wHItpc74X/s3300/viejo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3300" data-original-width="2550" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzuzy7HvOlBxgL6DPjiP6jTAUIe-6t_pQiXMqVIBSXz9tvEx2fjaS_aLOVefVQNRaPXj6CaFiqCPUtdvhSGyX9fqxwctCX3NnniWrkSnDB_IR0vvhm2E9wvugiljyXzeBbLIxko8r3qh4kCg372-7SLigAJWpwc5Gs2-oZu-8vOjc-E0-wHItpc74X/s320/viejo.jpg" width="247" /></a></div><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">He decidido que este año que viene me voy a hacer viejo. En primer lugar porque creo que los propósitos que nos propongamos han de ser fáciles de cumplir, y en segundo lugar porque empecé a ser joven hace mucho. Ya va siendo hora. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Por supuesto que podría seguir siendo insolentemente joven todo el tiempo que me dé la gana, experiencia no me falta. De hecho tengo mucho más conocimiento de lo que significa la juventud que cualquiera de veinte y pocos años. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Además, he observado que no todo el mundo vale para ser joven. Parece algo sencillo, pero no lo es, incluso muchos jóvenes, por edad, no tienen la menor idea de cómo serlo. No, no basta con tener pocos años, ni con ser atrevido, irreverente y descarado.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">El otro día escuché a alguien decir de un tercero, en tono casi de desprecio, </span><span style="font-size: large;"><span style="font-family: arial;">que ya tenía treinta y muchos años</span><span style="font-family: arial;">. ¿Como que treinta y muchos? por muchos que le pongas a los treinta, no llega a cuarenta, y eso, queridos, es una mierda, no es nada. En mi lugar querría ver yo a ese añoso de treinta y muchos.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Estoy harto de oír hablar de la juventud como si fuera el resultado de un gran esfuerzo. Esta idea persistente y machacona aparece sobre todo en publicidad. Mensajes como "Tú te lo has ganado" "Para gente como tú", "Porque no aceptas las normas", etcétera, nos llegan continuamente identificando juventud con sólo una de sus características. Pero vamos a ver: "¿Tú te lo has ganado?"¿Pero ganado qué y por qué? </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Es necesario ser joven con muchísimos años a las espaldas para darse cuenta del engaño.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Tenía un amigo de la infancia, que ya he recordado en otras ocasiones en este blog, que con apenas doce años, decía que estaba deseando ser viejo. ¿Para qué?, le preguntábamos intrigados sus amigos. Entonces, mientras agitaba un bastón ficticio delante de él con el que espantaba a imaginarios niños, respondía con voz impostada: para poder decir "a ver, niñitos, apartad, apartad".</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Pues eso, el próximo año, haré lo que mi amigo de la infancia, pero con un bastón real. También buscaré niñitos de verdad, pero me temo que ya no juegan en la calle, como entonces.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: arial; font-size: large;">Maldita sea, voy a tener complicado esto de ser viejo. La única solución es sustituir a los niñitos por viejos como yo, incluso menos que yo.</span></p><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: right;"><a href="http://www.leonciolopezalvarez.eu/" target="_blank">Leoncio López Álvarez</a></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p><p><br /></p>Samaelhttp://www.blogger.com/profile/10399924524003583240noreply@blogger.com1